Calletti: «La boleta única papel es superadora de la partidaria y la electrónica supera a la de papel»
Pamela Calletti es diputada por el bloque Innovación Federal, aunque llegó a la cámara en la boleta del kirchnerista Frente de Todos. Si bien en la última sesión votó a favor de la utilización de la boleta única papel en las elecciones nacionales, insiste con que en Salta se debe seguir usando el voto electrónico, pese a los cuestionamientos y el costo del sistema. También habló de la postura ante el veto a la movilidad jubilatoria y la situación de las universidades.
La Cámara de Diputados aprobó la ley de boleta única papel y usted votó a favor. Eso me hace pensar que acá en Salta usted también estará de acuerdo con que cambiemos de voto electrónico a la boleta única papel…
No, porque para mí la boleta de impresión electrónica, que es la nuestra, es superadora de la boleta única papel. Lo que pasa es que en Nación no estaban los consensos para ponerla, pero sí la boleta única papel. La diferencia entre el voto electrónico y la boleta única papel es el soporte digital. Entonces, en la boleta única papel es el Estado el que imprime y te da una lapicera para que marques. En cambio, en la boleta única electrónica lo digitalizás, entonces vos vas con tu dedo, marcás la pantalla, imprimís y votás. Ambas tienen respaldo documental, escrutinio manual, o sea que en realidad yo claramente estoy de acuerdo con el voto electrónico. El mundo, y más con la pandemia, migró a versiones digitales. Sería un retroceso (la boleta única papel), es una decisión política en definitiva, pero a mí me gusta el voto electrónico.
¿Pero no es una contradicción votar a favor de la boleta única papel en un lado y acá apoyar el voto electrónico?
No, son instancias superadoras. La boleta única papel es superadora de la partidaria y la boleta única electrónica es superadora de la boleta única papel. Es mucho más fácil que Argentina evolucione hacia una boleta de impresión electrónica partiendo de una boleta papel que lo haga desde la boleta partidaria.
En este contexto de crisis, con 50% de pobres, ¿no cree que es contradictorio contratar un sistema caro como el voto electrónico?
No, yo creo que lo que hay que hacer es eficientizar los costos. Hay que emigrar a una votación digital. Yo creo que el mundo migra todo hacia lo digital. Digo, las finanzas del mundo, tu voz, pagás las cuentas, ya cobramos el sueldo, todo digital. Hacemos un clic y sale nuestra plata y nuestra plata se acredita en el otro lado, no desaparece. Entonces las grandes finanzas mundiales las acompañan. Todo ha migrado hoy a lo digital y más con la pandemia. Yo creo que todos los sistemas, todo y la vida debería migrar a lo digital, a la tecnología. Obviamente para eso tienen que estar los controles. Ahora, el tema es cómo eficientizas el voto electrónico, que se dice mal voto electrónico, que es boleta de impresión electrónica. El sistema electoral es el mismo. Y ayer (por el martes), por ejemplo, no cambiamos el sistema electoral, cambiamos el instrumento de votación dentro del sistema electoral argentino. El voto electrónico (de Salta) no es el voto electrónico alemán. En Alemania vos vas como si hicieras una transferencia, apretás un botón y tu voto sale. Y después no existe un sistema para que vos puedas chequear la trazabilidad de tu voto para ver si lo que llega al centro de cómputo es lo que vos querías. Eso es la boleta de impresión electrónica nuestra. El problema que tenemos es que cuando se presenta la licitación, se presenta una o dos compañías que obviamente, como son las únicas del mercado, tienden a poner precios altos.
Y por esa razón no cree que hay que buscar una alternativa de votación más barata…
En este contexto cambiar el sistema va a tener sus costos también, porque vos tenés que trabajar mucho en capacitación. Que un candidato pierda con un sistema no es justificativo para después ir contra el sistema. Entonces me parece que es mejor ver qué es lo que está pasando con el sistema en sí mismo y ver dónde está fallando. Me ha tocado estar a cargo de todos los fiscales de toda la provincia en la elección provincial de boleta electrónica y en la elección nacional de boleta papel partidaria. Me ha tocado fiscalizar con boleta electrónica y ahí casi no fiscalizás. Voy yo y otro apoderado más al Tribunal Electoral de Salta, y cuando me toca el federal tengo que ir con un equipo de 20 personas y todos vamos contando. Entonces en la boleta salteña tenés todo: se abre una urna, chequean y tenés cero diferencia entre el cómputo que te da virtualmente y cuando contás los votos, cero diferencia. Entonces también tenés fidelidad en los resultados. Pueden haber obviamente algunas suspicacias, como pueden tener todos los sistemas electorales. No es el sistema que falla en sí, sino las personas que hacen mal uso del sistema. Eso lo tenemos que modificar. Y el tema del costo, obviamente hay que hacer una evaluación. Al costo normal de funcionamiento de cualquier sistema le tenés que agregar el costo de poner en marcha el sistema. Del paso de boleta partidaria al paso de boleta única papel, el costo de paso de sistema termina siendo absorbido por el costo de funcionamiento del anterior.
«Yo soy parte de un equipo, comparto la visión del proyecto del gobierno de Salta. Soy parte del Partido Justicialista».
Hubo mucho ruido porque su bloque no rechazó de plano el veto a la ley de movilidad jubilatoria…
No lo apoyamos. Nosotros nos obtuvimos.
Pero es lo mismo, el que calle otorga diputada…
No, fíjate: ¿qué pasaba si Innovación votaba a favor o en contra? ¿Cambiaba el resultado? No, si no estábamos, no cambiaba. El presidente se blindó con 87 diputados. Nosotros, de hecho, yo había sido parte de todas las negociaciones, no con el Gobierno nacional, sino con los diputados que llevamos a sesión esa ley. Esa ley, cuando la sancionamos, teníamos las mayorías que, si las hubiésemos repetido, la hubiésemos podido sostener. Resulta que teníamos las mayorías y ese lunes aparece la selfie de los cinco radicales. Con esos cinco radicales tenían 87 votos. Es un blindaje absoluto, a prueba de dinamita. ¿Por qué? Porque esos 87 votos son la tercera parte de la Cámara, no importa cuántos diputados vayan a faltar. Con lo cual tenían la vale de plata, lo íbamos a perder. Yendo al recinto, íbamos a perder. Yo lo dije, volvamos a comisión, reprogramemos la sesión para lograr que, aunque sea falte alguno del otro lado, para poder ganarla. Nosotros nos abstuvimos, significa que no participamos de esa pantomima en el recinto.
¿Qué postura tendrá por el veto a la ley de financiamiento universitario?
Yo soy docente de la UNSA, de posgrado. Soy docente de la UNSa, me atraviesa personalmente, conozco la realidad. Me he reunido con el rector y el vicerector. Ya me manifesté en contra del veto. Y estamos haciendo presión para que no vuelva a tener el presidente esos 87 votos. Esperemos que así sea. También aprendimos la lección de la necesidad de salir previamente para evitar que otros se plieguen. Quizás si los radicales hubiesen sabido que iban a quedar tan expuestos (apoyando el veto a la movilidad jubilatoria) no lo hubiesen hecho, no lo sé.