Aumento del subte: cuándo vuelve a subir la tarifa y cuál es la diferencia con el boleto de colectivo
«Viajé como siempre, quizá había un poco menos de gente que otros días, pero también puede ser porque es viernes, y siempre hay un poquito menos. El aumento es fuerte, voy a gastar como $ 25.000 por mes solo para ir y venir de mi trabajo». El testimonio es de María Márquez, que todos los días toma el subte de Caballito a Plaza de Mayo. Desde hoy, como todos los pasajeros, paga $ 574 por viaje y aunque la diferencia con lo que abonaría en colectivo, $ 323,95, es de más de $ 200, dice que seguirá yendo en subte por una cuestión de tiempo.
La brecha entre pasajes es una de las dudas que abre el fuerte aumento del subte. «Viajé como siempre», le dice a Clarín Azul González, que va de Parque Chacabuco a Plaza de Mayo, pero en el subte E. Por su parte, Edith Vernet, usuaria de las líneas B y C, tampoco notó cambios respecto de otros días.
«Si hay migración de pasajeros de un servicio a otro habrá que evaluarlo con más tiempo, dicen fuentes del sector, que reconocen que es algo que no pasó en los últimos tiempos porque se cumplió con la premisa de mantener equilibradas las tarifas. Además, explican que los viernes puede haber un 5% menos de usuarios respecto de otros días. Y si hay tranferencia de pasajeros se da en los primeros días del cambio tarifario, pero luego se revierte y «no genera grandes variaciones».
Ahora que el salto es tan abrupto, y tras el fallo judicial que primero frenó el tarifazo y luego de que el Gobierno porteño presentara la documentación requerida lo habilitó, habrá que esperar para determinar si los pasajeros se pasan del subte al colectivo, o si el boleto aumenta en poco tiempo.
El salto en la tarifa, este viernes, fue del del 359%. El incremento, que llegó con retrasos del plan original de aplicarlo en abril, tendrá otros dos tramos en junio y agosto, y llevará el valor de cada viaje bastante por encima del costo del boleto mínimo de colectivos, que desde febrero cuesta $ 270. Incluso la brecha es amplia si se consideran viajes de dos secciones, que cuestan $ 300,78, o de tres, a $ 323,95.
En quince días, cada viaje en subte saldrá $ 650, y en agosto saltará a $ 757.
Más allá del tarifazo, se mantendrán los beneficios para aquellos que viajan de manera más frecuente y reciben descuentos porcentuales. Además, se sostienen los pases gratuitos para jubilados, personas con capacidades diferentes o estudiantes, entre otros.
En el caso del Premetro, el boleto se iría a $ 200,90; en junio a $ 227,50, y para agosto el boleto treparía a $ 264,95.
A diferencia de lo que ocurre con trenes y subtes, en donde quienes no tienen la tarjeta SUBE registrada pagan la tarifa plena, en el subte esas medidas comenzarán a regir recién a partir del 1° de agosto, cuando se aplique el tercer tramo del aumento. En ese momento, quienes no tengan el plástico nominalizado, abonarán $ 859,07, y en el Premetro $ 300,67.
Esas cifras responden la denominada «tarifa técnica», que es, según el Gobierno porteño, el costo real de cada viaje en subte. Se obtiene del resultado de dividir el costo total de operación por la cantidad de pasajeros transportados. La diferencia la aporta el Estado a través de subsidios.
En la Ciudad buscan, con el incremento, achicar esa brecha. Se suma a que tras la pandemia, el servicio del subte tiene el 70% de pasajeros de los que tenía antes de marzo de 2020. Y, según las estimaciones, difícilmente se recupere.
Lo que habrá que ve, entonces, es si por la diferencia de precios con los colectivos, no se produce un traslado de pasajeros en los tramos en los que ir en la superficie puede demandar más tiempo que hacerlo bajo tierra, pero por menos dinero. Por ejemplo, en la línea C, que une Retiro y Constitución por debajo de la 9 de Julio, en donde funciona el Metrobus que hace prácticamente el mismo trayecto.
El beneficio que también se mantiene es el de la Red SUBE, que aplica descuentos del 50% para el segundo viaje y del 75% para el tercer trayecto, siempre y cuando se inicien dentro de las dos horas de comenzado el primero.
Aumentos de trenes y colectivos
A principios de mayo, los boletos de trenes sufrieron un alza del 54%. Trasladarse en las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa con la SUBE registrada cuesta $ 200 para la sección 1 (que son distancias cortas, de hasta 12 kilómetros), $ 260 para la sección 2 (de 12 a 24 km) y $ 320 para la sección 3 (más de 24 km).
Quienes no tengan la tarjeta nominalizada pagan $ 400 (Sección 1) $ 520 (Sección 2) y $ 640 (Sección 3).
En cuanto a los colectivos, aunque una resolución de febrero estipula un aumento bimestral, en base a la inflación, para los colectivos, el Gobierno decidió postergarlo en abril y por ahora no se sabe si habrá aumento para lo que queda de mayo.
Si se hubiera aplicado lo dispuesto en febrero, el boleto mínimo de colectivos debería costar alrededor de $ 400, lo que lo acercaría, aunque igual sería menor, al valor del subte.
Mientras tanto, sigue sin resolverse el conflicto entre las empresas, el Gobierno y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que representa a los choferes. Aunque no se llegó a un acuerdo paritario, se arregló para los colectiveros una suma fija en mayo, y otra en junio, de $ 250.000.
La pelea incluyó un paro por atrasos en los pagos. Y mientras el Gobierno mantiene su política de reducción de subsidios, las empresas sostienen que el boleto mínimo debería costar al menos $ 1.200 y dicen que, entre tarifa y aportes del Estado, reciben la mitad. La situación se nota en el servicio, que opera en algunas líneas con reducción de frecuencias, sobre todo por las noches.