11 de octubre de 2024

¿Aguanta el plan de ajuste?, la pregunta de inversores en una reunión con el Gobierno

El Gobierno presenció en las últimas dos semanas un renovado interés de los fondos y bancos extranjeros que desembarcaron en Buenos Aires. En medio de la primavera que viven los bonos soberanos y el descenso del riesgo país a su nivel más bajo en cuatro años, los inversores de Estados Unidos y Europa se reunieron con los hombres de Luis Caputo y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con una inquietud: si aguanta el plan de ajuste.

El índice del JP Morgan, que mide el nivel de riesgo que entraña un país para las inversiones extranjeras, se desplomó esta semana un 10% a 1.126 puntos -si bien este jueves subió levemente-, por el derrame de dólares del blanqueo sobre los bonos, entre otros factores. «El tema de la suba de depósitos y crédito es algo nuevo para los de afuera. Lo del ajuste fiscal y la agenda de desregulación ya sabían», dijo un inversor que participó de las reuniones.

Caputo envió al presidente del Banco Central, Santiago Bausili su vicepresidente, Vladimir Werning, y al flamante viceministro de Economía, José Luis Daza. El economista chileno es un viejo conocido de los banqueros en Nueva York, donde estuvo viviendo hasta hace tres semanas y en donde construyó en su paso por el JP Morgan el indicador que mide la sobretasa que deben pagar los emergentes para salir a tomar deuda.

Hace un mes atrás, el ministro advertía que el riesgo país era una medición «tardía» y que no reflejaba la realidad. Pero ahora Javier Milei empezó a mirarlo con otros ojos. «Estamos estableciendo de forma sostenida la confianza en nuestro país con un riesgo que se encontraba en torno a los 3.000 puntos al momento de las elecciones y que ayer quebró los 1.200 puntos”, dijo el miércoles al disertar ante el Consejo Empresarial de América Latina.

En ese clima de optimismo, al que se sumó este jueves la baja de la inflación a 3,5% en septiembre, algunos inversores creen que los números «cierran sin necesidad de un canje de deuda». El Gobierno habilitó esa alternativa por decreto, aceleró las negociaciones de dos préstamos REPO con bancos extranjeros y giró la semana pasada US$ 1.000 millones a Nueva York para el pago de intereses a los bonistas en enero.

Si bien la baja de la inflación contribuye a la convergencia buscada con el tipo de cambio al 2% mensual, el ingreso de fondos extranjeros en bonos argentinos sigue siendo moderado por las dudas que hay sobre la salida del cepo. «Dicen que no hay apuro, es el mejor secreto guardado en la Rosada, creo que el cepo lo sacan de manera sorpresiva en el no muy lejano tiempo, antes de las elecciones», dijeron en un fondo de Nueva York.

El otro dato que genera inquietud es la falta de señales sobre un plan de crecimiento y las reservas. «Parece que la actual coyuntura favorece más inversiones corto plazo financieras que al sector productivo, donde noto cierto escepticismo porque se mantiene el tipo de cambio pisado, aprovechando el carry trade, y las divisas no crecen, el entusiasmo en mercados externos no lo veo a nivel interno», dijo Diego Ferro, presidente de M2M Capital, de paso por Buenos Aires.

La suba de los bonos coincidió esta semana con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, tras la imposibilidad de la oposición de alcanzar los dos tercios necesarios en Diputados para rechazarlo. Con 84 votos sobre 164, el Gobierno evitó un aumento del gasto del 0,14% del PBI anual y demostró cierta capacidad de maniobra para contener iniciativas legislativas que amenacen el «déficit cero».

La caída de la imagen presidencial no pasó desapercibida en el exterior y motivó preguntas la semana pasada en la reunión que mantuvo Francos con fondos de Nueva York (GoldenTree), Francia (Shiprock, Rokos Capital), Reino Unido (FFP Capital, Canyon Partners, Bluecrest, Amia Capital), Italia (Wellington), Grecia (Brevan Howard), España (EMSO) y Argentina (TPCG, G10Capital, Tenac 14).

«Querían una mirada política sobre la sustentabilidad del programa», reconocieron fuentes oficiales. Los visitantes avalaron que las cuentas «tienen que cerrar». Uno de los participantes señaló: «Tal vez la discusión es como asignar los recursos pero en el tema fiscal y financiamiento del Banco Central hubo un cambio de chip muy relevante».

Las misiones auspiciadas por grandes bancos de inversión como el Morgan Stanley, el Citi y el JP Morgan se reactivaron en septiembre y se extenderán hasta el próximo 22 de octubre en Buenos Aires, donde se realizará un foro de negocios donde participarán los CEOs de fondos y bancos de inversión, en paralelo a la cumbre anual del FMI en Washington.

Clarín

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