Advierten efectos adversos por la suba de tasas mineras
Todavía sin querer levantar la voz, algunos empresarios salteños empezaron a advertir sobre consecuencias contraproducentes para pymes locales por el exponencial aumento que se aplicaron este año a las tasas que rigen a la actividad minera en la provincia.
La preocupación más grande es que los incrementos de los tributos mineros, que llegan al 266 mil por ciento en algunos ítems, deje fuera de juego a empresas de Salta y en contraposición se favorezca a grandes grupos inversores.
El aumento de las tasas mineras fue aprobado por la Legislatura a fines del año pasado, el Gobierno promulgó esa ley este enero y en febrero ya comenzaron a regir los nuevos precios.
El cargo provincial por permiso de cateo de un posible yacimiento minero, por ejemplo, costaba $4.950 y ahora $13.200.000. Es un 226.268% de incremento. Pasada esa fase de exploración, la adquisición de una mina vacante pasó de $132.000 el año pasado a $29.700.000 en la actualidad. Si avanza el proyecto minero, la tasa por servidumbre, que se solicita para instalar un campamento, para obtener agua o construir un camino, entre otros, también se elevó hasta los $13.200.000.
Se aplicaron también aumentos para la minería de tercera categoría (la de áridos es un caso). El permiso de cantera se incrementó un 66.644%. Costaba $4.950 y ahora $3.300.000.
Según explicaron a este diario empresarios consultados, quienes prefirieron mantener en reserva sus identidades, el impresionante aumento en las tasas de servicio minero en la provincia tendrá entre sus efectos una pérdida de competitividad de la minería salteña frente a Catamarca y Jujuy, que tienen costos mucho más bajos en estos tributos. Se podría paralizar, además, las vitales tareas de exploración minera, que generalmente las realizan pequeñas empresas locales.
«Podría haber un escenario de presentaciones judiciales por recursos de inconstitucionalidad», señaló el titular de una pyme salteña. «Las tasas mineras no son impuestos, son tasas. Y tienen que tener una correlatividad con el servicio que se da. Si subieron las tasas un 200 mil por ciento, el servicio que dan tiene que haber subido en la misma proporción. Y no solamente no subió en esa misma proporción, sino que cada vez es peor», aseguró.
Razones
Desde el Gobierno provincial, y los legisladores, argumentaron que el incremento de las tasas mineras se dispuso para «atraer inversores comprometidos con el desarrollo del sector y prevenir acciones especulativas». Esas especulaciones, por cierto, existieron. Consistían, en algunos casos, en la venta de concesiones de áreas mineras por parte de personas que nada tenían que ver con la actividad.
«Esta medida es esencial, ya que no se han realizado ajustes desde el año 2000, y tiene el propósito de fomentar inversiones genuinas», insistieron tras la promulgación de la normativa a principios de año.
En rigor, lo que se cambió es la cantidad de unidades tributarias que se aplican para las tasas asociadas a servicios mineros. Así, en la solicitud de cateo la tasa pasó de 50 unidades tributarias a 400.000.
«Este ajuste busca atraer inversionistas comprometidos con el desarrollo minero», afirmaron.
Sobre ese principio, uno de los empresarios consultados coincidió, aunque criticó que el «hilo se cortó por lo más delgado».
«Hicieron lo más fácil y lo que también genera recaudación, que es aumentar hasta la estratosfera las tasas. Creo que hay que ser un poco más creativo y buscar otras herramientas para frenar la especulación. Una puede ser que las muestras de minerales que se deben presentar sean certificadas por laboratorios y con un informe de un geólogo, para dar un ejemplo», manifestó.