Adriana Prieto, la salteña que rompió techos de cristal por su sueño de ser camionera
Adriana Prieto es una salteña oriunda de Rosario de Lerma, que siempre tuvo el sueño de ser camionera. Sin embargo la vida la llevo por muchos lugares y luego de ser madre de cinco hijos y verlos crecer. Encontró el momento propicio para avanzar en sus objetivos y decidió dejar de postergar sus sueños. Es así que con 50 años rompió todas las barreras, se preparó y hoy transita por distintas rutas de Salta, conduciendo camiones y llevando cargas. Lo cual la hace “sentir feliz, libre y realizada”.
En diálogo con El Tribuno, expresó: “Es un orgullo haber logrado mi gran anhelo de ser camionera, soy parte de esas mujeres a las que nos gusta el volante”. Luego contó que su historia tras este sueño inició después de divorciarse, cuando conoció a un “nuevo amor” que era conductor de camiones. “Mi novio tuvo la bonita idea de enseñarme a manejar. Y ahí descubrí que era lo que en definitiva quería para mi vida”.
Y continúo: “Cuando falleció mi papá no sabía qué hacer con mi vida. El me dejó unas cosas, unas herramientas que luego las vendí y decidí invertir en mi oficio. En ese momento pensé esto es lo que realmente me gusta”.
Adriana relató que fue con gran esfuerzo que fue pagando sus trámites para poder conducir un camión. “Me pague las licencias que son bastantes caritas, pero la verdad es que la mujer que no tuvo la oportunidad quizás de estudiar o de tener una profesión, puede acceder a un hermoso oficio”.
Y resaltó que muchas veces se piensa que por el tema de la edad, al tener más de 50 no lo podría lograr, pero no es así. “En mi caso me dediqué a ser mamá y fue una vida prácticamente, yo tengo cinco hijos ya son todos grandes. La mayor tiene 38 y la menor tiene 16 entonces este bueno, pensé que llegó la hora de dedicarme a mí y a mis sueños”.
Con mucha emoción y lágrimas Adrian aseguró que hoy puede trabajar como chofer de diferentes empresas y se siente muy bien porque la contratan, a pesar de todos los obstáculos, como la edad y el hecho de ser mujer. “Realmente es el único oficio que de verdad que me abrió las puertas, a esta altura del tiempo, a esta edad, ser camionera me da mucha libertad”.
Asimismo remarca que no es un oficio fácil, ya que el transporte en Salta y en el norte en general es un poco difícil, ya que no les tienen mucha confianza a las mujeres. “De hecho yo tengo muchas colegas en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Neuquén. En todos estos lugares es algo cotidiano ver una mujer al volante”.
Y dijo que en Salta nota que a las empresas les cueste tener “confianza en una mujer”. Sin embargo resaltó que el suyo fue un caso de “suerte”, en donde le dijeron que iban a experimentar contratando a una camionera. “Les demostré que las mujeres tenemos muchas actitudes, caso de que el norteño tenga más confianza en nuestra capacidad”. Luego resaltó que se trata de un oficio que les abre las posibilidades a las chicas mayores. Muchas veces escuchamos comentarios en donde menosprecian o cuestionan el hecho de darle un camión para que una mujer lo conduzca. Sin embargo dijo que: “La mujer valora mucho la oportunidad de una puerta abierta de trabajo. La edad no nos limita, en mi caso todavía no tengo la edad para jubilarme y debo seguir trabajando”.
Prieto dijo que es muy importante que cualquier persona que tenga un sueño escondido no lo deje de lado. “Pongan el pecho contra los cuestionamientos, siempre va haber gente que va a menospreciar tus aptitudes por ser mujer, pero eso no debe bajar la estima de cada una”.
Y expresó: “Es un tanto difícil de explicarles porque se te ocurre ser chófer en Salta, ya que hay que tener mucha confianza en sí misma. Pero a las chicas les pido que no se repriman, si quieren subirse a un camión, una 4 x 4, que lo hagan. Por supuesto que se preparen”.
Conoció muchos lugares arriba de un camión
La camionera relató que arriba de un camión de mudanzas conoció un montón de lugares, entre ellos Santa Fé, Córdoba, entre otros. Pero es importante tener en cuenta que ahí deben “bancarse noche, frío, calor, horarios, pero es algo apasionante”.
Finalmente destacó que para trabajar de chófer de camiones, es necesario tener mucha seguridad para afrontar el qué dirán. “Conozco a muchas mujeres que tienen este mismo sueño escondido y no lo realizan por miedo y vergüenza con su entorno”. Y añadió: “Que no les importen que les van a decir, en mi caso lo realice y ahora quiero tener mi propio camión, quién sabe si el universo me escucha, ya que los sueños si se cumplen”.
Su padre un camionero, le trasmitió el gusto por el folclore
“Mi padre era chófer de los camiones de gaseosa y le gustaba mucho el folklore, yo era chica y siempre escuchaba las zambas con él. Hoy utilizó la música cuando siento miedo por alguna razón y eso me tranquiliza, por ejemplo la zamba que dice: “No se para que volviste…”. Pero destacó que es por momentos, ya que debe mantenerse atenta a los ruidos del camión para asegurarse que toda la mecánica funciona correctamente.
“Quiero que mi caso sea motivación para otras mujeres choferes. Pedimos mucho por el cupo femenino. Hay resolución en donde están incentivando a las empresas, a que tengan al menos un 30% de personal mujer”, finalizó Adriana Prieto.
