Habla el pasajero que filmó la pelea viral a las piñas en el tren San Martín: «Grabé el video para mostrar lo mal que se viaja»

La escena era tan caótica como predecible: un tren repleto, dos hombres que pierden los estribos, y una pelea que, en cuestión de minutos, se transforma en un espectáculo viral. Ocurrió en la línea San Martín, que conecta Retiro con la zona oeste y norte del Gran Buenos Aires, un trayecto cotidiano para miles de pasajeros, pero que esta vez se convirtió en un ring.

El video recorrió las redes sociales con velocidad vertiginosa, tan rápido como volaron las piñas en el furgón. De un lado está un hombre en cueros, del otro lo mide uno con campera. Decenas de personas arman una ronda para que los improvisados boxeadores se trompeen con final incierto.

Todo quedó grabado: los golpes, los empujones, el aliento que llegaba desde los rincones y algunos gritos que, como la campana de una gran velada, querían ponerle final a las piñas. El camarógrafo ocasional fue Miguel, un obrero de 33 años conocido como el «Pela», que viajaba a su casa en Presidente Derqui. Fue él quien lo subió a TikTok, donde comenzó a ser visto por miles de personas. Es él quien ahora da detalles del combate viral.

«La pelea empezó a la altura de Villa del Parque. Era a la tarde, tipo 6. Dos personas empezaron a discutir y de repente se agarraron a trompadas, entonces saqué el celular y comencé a filmar. Lo quise grabar porque yo estas cosas después se las cuento a mis amigos y no me creen«, relata Miguel. La decisión espontánea de registrar la escena lo convirtió en el cronista de la versión extrema de una secuencia habitual en el transporte público, pero que muchos prefieren ignorar. Porque, remarca él, en Argentina se viaja mal.

La grabación, que muestra a dos hombres enceguecidos en una pelea brutal, fue eliminada por TikTok. «Contenido violento y explícito», sentenció la app. Eso no detuvo su propagación. Otros usuarios la compartieron en distintas plataformas, y rápidamente captó la atención de medios periodísticos y también de las autoridades.

La brutalidad de las imágenes, con uno de los peleadores sacándose la remera y lanzándose sobre su oponente con furia, mientras el resto de los pasajeros vitorean el momento y hasta generan el espacio para que puedan golpearse, despertó una mezcla de fascinación y repudio entre quienes la vieron.

En el video, se escucha a algunos pasajeros alentando, mientras otros intentan intervenir para calmar los ánimos. «Así se viaja en el San Martín», bromea Miguel, parado en uno de los asientos, donde se subió para obtener una mejor toma, según le cuenta a Clarín.

La batalla continuó durante varias estaciones, entre descansos, como si fuesen rounds de boxeo. Es en el final del video que se ve a pasajeros que intervienen: «Ya fue, muchachos. Ya fue», se escucha a uno del público. «¿Vos querés que vaya a España y me pierda esto?», añade el cameraman.

Esa es otra perlita. El autor del video le cuenta a este diario que esa frase tiene dedicatoria: iba dirigida a su amigo Uru, que vive en Europa y lo incita todo el tiempo a viajar para allá. Cuando le dio play, Miguel sólo quería que él también le creyera.

Aunque la violencia es una realidad cotidiana en este tren, como afirma el Pela, el video trajo consecuencias inesperadas. Tras la actuación de oficio de un fiscal, uno de los luchadores fue detenido este viernes, al día siguiente de que el video estallara en internet. Lo atraparon efectivos de la Policía Federal en la estación Villa del Parque.

Según se informó, el detenido reconoció su participación en la pelea. Y cuando le preguntaron de cuándo databa el video del combate, respondió con contradicciones. Primero dijo que era del «jueves a la tarde noche». Pero después sostuvo que era de cinco meses atrás.

Sobre esa incógnita aporta datos Miguel. Aseguró que ocurrió en mayo, pero que recién ahora decidió subirlo por la insistencia de un amigo que le dijo que compartiera las imágenes en la cuenta el.dolape22, con la que promociona el local de ropa «El Dolape» que tiene en Derqui, dedicado a la indumentaria deportiva, urbana y oversize.

«Te vas a hacer conocido y de paso después mostrás tu emprendimiento», le recomendó el gurú de las redes. No falló.

Pero el acierto de marketing trajo otras inquietudes. «Hoy, cuando venía a trabajar, la gente me reconoció en el tren. Me decían si yo era el que había filmado la pelea, alguno me trató de ‘botón’. Yo ahora tengo que seguir viajando para ir a trabajar y no me gustaría ser yo el protagonista de otra pelea o cruzarme en algún momento con la persona que detuvieron», se descarga Miguel.

Para él, grabar la pelea no fue un acto de provocación, sino una forma de mostrar «lo mal que se viaja en el tren».

«Después de que se viralizara por todos lados me llamó la atención la cantidad de gente que quedó sorprendida con el video. Claramente es gente que no viaja seguido, porque esas cosas son, diría, habituales», afirma Miguel. Justamente por aquellos días las incomodidades apremiaban más que nunca: la línea San Martín prestaba un servicio limitado por un choque de trenes en Palermo.

El Pela, además de obrero, tiene oficio de pintor. Es silletero de altura. Se toma el tren todos los días a las 5 de la mañana, vuelve a sus pagos para abrir el local de ropa durante la tarde y llega a su casa pasadas las 22.

«Yo no sueño con grandes cosas, lo que me gustaría es crecer con mi emprendimiento, poder tener más locales, empleados y algún día dejar de viajar en el tren. Poder vivir de lo que me gusta sin joder a nadie», concluye el pasajero frecuente que vio lío, agarró la cámara y grabó.