Cambios en el Código Urbanístico: que pasará con la construcción en altura y el plan para que haya más obras en el sur de la Ciudad
El Gobierno porteño envío a la Legislatura un proyecto de ley para modificar el Código Urbanístico de la Ciudad. Sancionado en 2018, ahora, según la mirada oficial, se le hará el “ajuste” que el alcalde Jorge Macri se comprometió a llevar a cabo incluso antes de ser electo, en la campaña electoral. Algunos de los ejes centrales pasan por adaptar las alturas permitidas en función de las escalas barriales, que los grandes desarrollos, es decir, las torres, sean solo sobre avenidas, y brindar incentivos y formas de compensación para potenciar proyectos en la zona sur de la Ciudad.
El Código de 2018 recibió críticas y hasta modificaciones. Algunas originadas a partir de reclamos vecinales e incluso proyectos que ingresaron a la Legislatura. Un ejemplo es lo que ocurrió en el Bajo Belgrano, Altos de Núñez y el Barrio River. Ahora, y según lo expresado desde el Ejecutivo, la revisión “promueve una Ciudad con mayor equilibrio en su desarrollo urbano e impide que en los barrios residenciales se construyan edificios que no respeten la armonía edilicia de cada manzana”.
Por eso, según explicaron desde la Secretaría de Desarrollo Urbano, que conduce Alvaro García Resta, se llevaron a cabo al menos 15 recorridas y más de 30 reuniones con vecinos de barrios de toda la Ciudad, además de numerosos encuentros con instituciones, consejos y profesionales del sector para elaborar el texto del proyecto que llegó a la Legislatura este lunes.
La revisión, estipulada por ley, debe hacerse cada cuatro años. De acuerdo a datos de la Ciudad, en el último lustro, de los 4.201 permisos de obra solicitados, 1.574 fueron para la zona norte, mientras que solo 191 correspondieron al sur.
Es por eso que con el proyecto se busca enfatizar en el desarrollo de los barrios del sur, como Constitución, La Boca, Barracas, Villa Soldati o Villa Lugano. Desde el Ejecutivo explicaron que será por etapas y que se priorizarán las zonas que ya tienen algún tipo de avance.
En ese sentido, el proyecto propone una serie de incentivos para los desarrolladores, que implican permisos para construir metros en barrios de la zona norte, pero sobre avenidas, a cambio de iniciativas que promuevan obras en los barrios del sur.
Según explican desde la Ciudad, los cambios también apuntan a completar el tejido urbano, pero a diferencia del “enrase” que propone el Código de 2018, ahora se priorizará hacerlo “apuntando a las alturas más bajas de la manzana”.
Por eso, los desarrollos de mayor altura se permitirán solo sobre las avenidas. Y además se buscará incluir modificaciones y límites en las construcciones hacia el pulmón de la manzana, para alinearlas con lo que ya está construido y garantizar que quede espacio libre.
En palabras del jefe de Gobierno, Jorge Macri, el objetivo es “respetar la identidad de cada barrio. No vamos a permitir más que en las zonas residenciales se construyan edificios que no cuiden la esencia de cada manzana y vamos a promover desarrollos solo en avenidas con la infraestructura adecuada».
«Mas que un cambio de Código, este es un cambio de perspectiva. Si hasta acá el Código siempre planteó el desarrollo hacia el Norte y ver hasta dónde podía derramar en el Sur, hoy este Código actualizado parte del Sur y se abastece del Norte para lograr un desarrollo equilibrado”, explicó García Resta
“También a escala barrial, si en el Código anterior partíamos de la identidad de los grandes corredores y luego llegábamos al corazón del barrio, hoy partimos de la identidad interior del barrio y llegamos con ella a los corredores. En definitiva, este es un Código que prioriza los pulmones de manzana, la identidad de los barrios y la zona Sur. Ese es el gran cambio», agregó el funcionario.
Patrimonio
La de los inmuebles patrimoniales de la Ciudad es una discusión que genera polémicas y diferentes posturas. Por ejemplo, el año pasado, la Justicia hizo lugar a un recurso de amparo presentado en 2011 por diferentes organizaciones y le ordenó al Ejecutivo que se abstenga de autorizar proyectos sobre construcciones anteriores a 1941 y lo instó a realizar un catálogo de ese tipo de propiedades
Ahora, el proyecto del Gobierno sobre el Código Urbanístico tendrá un anexo específico al respecto. Es una reforma que promueve la conservación y revalorización del patrimonio urbano mediante “la catalogación definitiva de 4.209 inmuebles con valor arquitectónico, que hoy se encuentran en el catálogo preventivo”. Son los que para la Ciudad tienen real valor, ya que aducen que no todo lo hecho antes de la fecha que estipula le ley tiene valor patrimonial y debe ser conservado.
Cuándo se aprobaría
El proyecto que ingresó a la Legislatura ahora comenzará a ser debatido en diferentes comisiones. Seguro recibirá críticas y propuestas de modificación. De hecho, hay organizaciones que ya se manifestaron en contra públicamente. El catálogo patrimonial será, seguramente, uno de los puntos más álgidos de las discusiones.
El paso siguiente al tratamiento en comisión será votarlo en el recinto. Se trata de un proyecto que requiere doble lectura. Es decir, luego de una aprobación en primera instancia, debe pasar por audiencias públicas para ser discutido y abrir el debate y las opiniones, y luego volver al recinto para la segunda lectura. Por eso, se estima que el trámite legislativo se demorará hasta los últimos meses del año.
“Esta iniciativa que impulsamos hará que la Ciudad crezca de manera equilibrada y sostenible. Queremos proteger esa identidad que nos distingue y que nos hace sentir orgullosos de vivir en Buenos Aires. Ahora, es el tiempo del poder legislativo de analizar el proyecto, debatirlo y sancionar una nueva ley”, declaró el jefe de Gobierno.