21 de septiembre de 2024

El desarraigado de los estudiantes: cómo ayudarlos

Los procesos migratorios a los que se enfrentan muchos estudiantes del interior, quienes deben dejar todo lo conocido para poder estudiar, pueden generar mucho estrés. Se alejan de sus ciudades, hogares y costumbres para adentrarse en un terreno nuevo y desconocido, tarea a la que se enfrentan muchos jóvenes, a veces recién egresados de secundaria, en sus 17 o 18 años.

Resulta una situación difícil de atravesar y tal vez su nuevo entorno se pregunte cómo ayudarlos a sobrellevar este proceso de adaptación.

Para abordar de manera asertiva esta situación, El Tribuno dialogó con la licenciada en psicología Carina Salas, quien ofreció algunos consejos destinados a aquellas personas que conozcan a algún joven estudiante en la circunstancia mencionada.

Momentos como: cumpleaños; festividades; días de la Madre o del Padre, son algunos de los eventos, que en general se suelen disfrutar en familia. Pero para los estudiantes emigrantes de sus hogares, que no pueden compartir con los suyos debido a la distancia, se vuelven días desalentadores y hasta deprimentes.

¿Se imaginan un cumpleaños sin estar cerca de los que aman? Bueno, estos jóvenes lo viven constantemente, no todos tienen la posibilidad de viajar seguido a sus casa.

Según la profesional, es sumamente importante validar las emociones asociadas al «duelo migratorio». Acompañar en la tristeza y la nostalgia, buscar integrarlos en actividades que promuevan el intercambio de costumbres donde puedan integrarse.

A medida que transcurren los años, la vida va preparando a las personas con diferentes desafíos, pero ¿Qué pasa si estos desafíos llegan todos juntos y a muy temprana edad?

Hay situaciones que a cualquier adulto le pueden resultar estresantes, mudanzas, trámites bancarios, administrativos o de salud. El estrés y la preocupación con la que conviven estos chicos desde muy jóvenes los prepara pero no deja de ser, para algunos, traumatizantes.

«Ayudar a que la persona genere conductas de autocuidado», aconsejó la psicóloga. Es una realidad que ninguna ciudad hoy en día está exenta de la criminalidad, estos chicos que recién llegan a un lugar desconocido y desconocen sobre muchas cosas, es por esto que necesitan una guía amable y predispuesta a acompañarlos.

Otro sentimiento que suele surgir en aquellos que deciden dejar su hogar es la culpa. Dejar a la familia puede generar en estos jóvenes una sensación de estarlos abandonando, más aún si quien queda en sus hogares no tiene otra compañía.

«Quien observe que la persona no está bien o no puede elaborar los sentimientos asociados al proceso, alentarla a pedir ayuda incluso ayuda profesional», concluyó la profesional.

La capital salteña recibe año tras año a miles de jóvenes estudiantes quienes llegan para intentar llevar un título a casa. La ciudad es cuna de dos casas de altos estudios, las cuales concentran una densa población estudiantil.

La Universidad Nacional de Salta contó en el ingreso de 2024 con más de 20.000 jóvenes en su nómina de alumnos. De ese total, en promedio 7000 son los que vienen del interior de la provincia o en algunos casos de otras provincias.

Eltribuno

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