Con la flexibilización del cepo, llega un gigante sueco y busca crecer en el negocio contra la inseguridad

Un gigante sueco llegó a la Argentina y busca crecer en el negocio contra la inseguridad. Assa Abloy abrió su primer local en la Ciudad de Buenos Aires, donde venderá productos de seguridad de Yale, marca estadounidense que compró hace 13 años y se dirige a clientes residenciales.

Invirtió US$ 200.000 en esta primera sucursal en el barrio de Recoleta, ubicada en Arenales y Uruguay, que considera una locación estratégica y forma parte de su plan de expansión regional. Ya está en Colombia, Perú y Guatemala, y próximamente desembarcará en Costa Rica y Ecuador.

En 2023, empezó a vender online por su e-commerce propio y Mercado Libre. Comparado a julio del año pasado, las ventas crecieron un 85%. “Los resultados fueron muy buenos, nos llevó a acelerar la expansión”, señaló Julián Carrascal, gerente de Marketing de Assa Abloy Latinoamérica

Antes, la empresa había intentado entrar al mercado argentino con un local físico, sin éxito. Ahora, cree que están dadas las condiciones, especialmente, por la flexibilización del cepo.

“Se habían hecho intentos en el pasado. El primero fue hace tres años. Las condiciones en la Argentina cambiaron, se nota en el panorama internacional. Nos resulta atractivo este contexto por la apertura económica”, reconoció Carrascal.

Por el momento, la compañía importará toda la mercadería que venderá tanto en Capital Federal como en el Interior a través de sus distribuidores de Rosario, Córdoba y Mendoza. Además de la venta directa al consumidor, llegará a ferreterías y grandes cadenas como Home Center y Easy. A futuro, no descarta sumar producción local ni otras sucursales. En la región, tiene tres fábricas en Brasil, Chile y Colombia.

Ofrecerá cerraduras tradicionales y digitales que se abren con tarjeta, código numérico, huella digital o desde el celular, con la app de Yale. Algunas traen sistemas combinados con llave para reforzar la seguridad. También venderá cerraduras electrónicas específicas para puertas de espacios internos del hogar y muebles. Además, tendrá manijones, candados, cajas fuertes con tecnología, alarmas y una línea institucional para negocios.

“Yale es una de nuestras marcas más importantes. Nació en los Estados Unidos hace 180 años a partir de un invento que sigue vigente: el sistema de cilindros de candados. La adquirimos 13 años atrás. En esta etapa, haremos foco en el mercado residencial. Nos resulta interesante por el tamaño de la población”, destacó Carrascal.

El problema de la inseguridad es un factor clave de crecimiento para la marca. “Tenemos productos para distintas necesidades, para así combatir esta problemática. Identificamos que es un mercado donde hay poca oferta con innovación y digitalización. Lanzamos descuentos de hasta el 50% por el lanzamiento. Buscamos ampliar la audiencia”, aseguró.

“Nuestra aplicación, Yale Connect, está montada en servidores propios y desde la Argentina ya exportamos servicios de economía del conocimiento: nuestro equipo de desarrolladores está integrado por 20 profesionales locales que asisten a la región”, agregó el ejecitovo.

Fundado en 1994 y con más de 400 subsidiarias en 70 países, a nivel global el gigante nórdico emplea a 48.500 trabajadores y genera ingresos por US$ 9.900 millones anuales. Planea seguir creciendo con un acuerdo de compra de la marca suiza de tecnología Skidata, con 1.280 empleados y valuada en 340 millones de euros.