14 de noviembre de 2024

Carmen recibió sus 104 años junto al cariño de su nieta

Carmen Etelvina Gomez nació un día como hoy, 25 de julio, pero de 1920, por lo que hoy es su cumpleaños ¡número 104! La oriunda de finca «El Vinalito», en la segunda sección de Rosario de la Frontera, celebra junto al amor de su nieta un año más.

Carmen Etelvina Gomez nació un día como hoy, 25 de julio, pero de 1920, por lo que hoy es su cumpleaños ¡número 104! La oriunda de finca «El Vinalito», en la segunda sección de Rosario de la Frontera, celebra junto al amor de su nieta un año más.

Teresa, nieta de Carmén, contó a El Tribuno un poco de lo que es y fue la vida de su longeva abuela. La centenaria mujer vivió toda su vida en el campo, nació en una finca y al casarse se mudó a otra llamada «Finca de Aragón», allí se dedicó a criar a sus tres hijos junto a su marido.

Hace 14 años el esposo de Carmen abandonó este plano terrenal y, al igual que su esposa, vivió más de 100 años: «Mi abuelo nació en 1907 y murió a los 106 años», contó Teresa, quien se hizo cargo del cuidado y la atención de su abuelo así como hoy lo hace con Carmen.

La salud de Carmen

Los años nunca vienen solos y a Carmen estos últimos años la salud le ha ido pasando factura. En 2023 superó el COVID-19 pero las secuelas afectaron notablemente su cuerpo.

Teresa corre con todos los cuidados de su abuela, la trajo a vivir a la capital salteña para poder atenderla mejor. Hoy Carmen festejó su cumpleaños internada por una insuficiencia respiratoria, pero está fuera de peligro.

«Chinchu», como apoda Teresa a su abuela, a pesar de su avanzada edad continúa lúcida y con buen humor.

El secreto de la longevidad

Llegar a los años que acaba de cumplir Carmen no es algo común, no cualquiera puede experimentar más de un siglo de vida. Aquella historia que se estudia en las escuelas y colegios a Carmen no se la contó nadie, ella la experimentó en carne y hueso.

Carmen (a la derecha) junto a sus hermanas.

Pero, ¿cuál es el secreto? Para su nieta la longevidad de sus abuelos se debe a la vida que llevaron, sin toda la contaminación existente, una alimentación a base de productos caseros y orgánicos además de la tranquilidad del campo:  «Mi abuela hacía su propio queso, quesillo, hasta la leche era natural».

Eltribuno

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