17 de noviembre de 2024

Tan insólito como ilegal: cobran a los vehículos que ingresan a la ciudad

La insólita medida tiene solo por objetivo recaudar y con escaso control y no hace más que retrotraer la situación a lo que sucedía 20 años atrás cuando a un intendente de la localidad que luego fue intervenido por encontrárselo en un prostíbulo de la ciudad de Salta, se le ocurrió la idea de imponerle a todos los vehículos y del porte que fuera, una «tasa de desinfección» (cuando en la zona hizo eclosión el dengue) para permitirles el ingreso a la localidad de frontera luego de rociar las cubiertas a los vehículos, algo que de tan inaudito llamaba a la risa.

Hace algunas semanas que esta medida, que de novedosa no tiene nada pero que de ilógica tiene todo, comenzó a regir nuevamente en la localidad fronteriza de Salvador Mazza donde cada vehículo que llega a la garita en el acceso sur de la localidad donde termina la ruta nacional 34, si no tiene radicación en Salvador Mazza, debe tributar desde los $700 para arriba, dependiendo del porte de la unidad.

El sábado, en horas de la siesta en que gran cantidad de gente que reside en los pueblos vecinos llegaba para pasar hacia Bolivia, protagonizaban diferentes discusiones con el personal que trataba de explicar lo inexplicable: la aplicación del cobro de una tasa municipal para «el mantenimiento de pavimento». Algunos usuarios exhibieron en redes sociales el ticket que el personal le entregaba, pero sobre todo la indignación por una medida a todas luces ilegal.

«Con ese mismo criterio cuando voy al médico a Tartagal tengo que pagar la misma tasa, con la diferencia que ahí por lo menos las avenidas de entradas están en buenas condiciones, iluminadas y con semáforos, podes pasear por el centro; pero acá en Salvador Mazza dejás la ruta, agarrás la avenida San Martín y es un desastre» explicó el dirigente local Gulvan Ferris quien consideró que «lisa y llanamente lo que el intendente Gustavo Subelza quiere hacer es recaudar y sin ningún control, de manera que en vez de modernizarnos y de avanzar, Salvador Mazza ha retrocedido 20 años» consideró el dirigente local.

Es una oportunidad para sacarle plata a los compradores argentinos. Desde los cambios en materia económica y financiera y por la devaluación de la moneda boliviana, los compradores argentinos que cruzan el puente internacional llegan en mayor cantidad.

Esto los obliga a que tengan necesariamente que ingresar a Salvador Mazza y dejar ahí sus vehículos para pasar a Bolivia donde los precios, sobre todo de ropa y calzado, no tienen punto de comparación con los de nuestro país. una zapatilla deportiva de competición que en Tartagal o en Salta capital cuestan 350 mil pesos en Bolivia se las consigue por 120 mil. Lo mismo sucede con la marroquinería de buena calidad que ingresa desde Brasil, ya que un par de botas cortas no superan los $30.000 argentinos cuando de este lado, el precio por un producto de similar calidad, se triplica.

Salvador Mazza cuenta con varias playas de estacionamiento y algunos automovilistas pagan $500 por hora para dejar guardados sus vehículos -las cocheras cuentan con personal de seguridad- , lo que despertó «la creatividad» de las autoridades municipales actuales: ellos ahora, además de la tasa para pavimentar, también quieren cobrar el estacionamiento en las detonadas calles de la localidad fronteriza.

  El estado de las calles.

«Ese tema lo trató la semana pasada el Concejo Deliberante, de que quieren cobrar el estacionamiento medido como sucede en Salta Capital, por ejemplo. Pero acá las calles están destrozadas y es un peligro dejar cualquier auto porque tampoco quieren designar a ninguna entidad para que se ocupe de la seguridad. Quieren recaudar «cash», sin ningún tipo de control. Ese es el único objetivo» consideró el dirigente Gulvan Ferris que explicó que «este tema lo sabemos hace varias semanas, pero nos es difícil darlo a difusión porque acá tienen todas las voces coptadas y si le preguntás a alguien del _Cncejo o algún operador político que trabaja en medios de comunicación, te quieren convencer que está muy bien lo que hace el municipio cuando todos sabemos que está mal» consideró.

Y las obras?

Salvador Mazza viene desde hace 20 años de mal en peor y «la madre de todos los males» es precisamente esa vocación de los intendentes que pasaron, de manejar a su antojo las millonarias sumas que ese municipio pegado a la frontera, recauda de manera diaria. Rubén Méndez fue el último de los intendentes intervenidos porque la Justicia le imputa haber manejado, como si fuera de él, millones de pesos que diariamente se recaudaba en el ingreso a la localidad y que tributan en concepto de actividades varias anticipadas, los camiones de gran porte que llevan mercadería para abastecer a los comerciantes dedicados a la exportación. Méndez Salazar aún debe dar explicaciones a la Justicia de unos 800.000 dólares que se le encontraron en su poder y que nunca pudo justificar ,más 3 vehículos de alta gama que le fueron secuestrados, joyas e inmuebles que le fueron allanados. Pero a pesar de todo el desastre, Méndez no le cobraba a los autos ni camionetas particulares que ingresaban a su pueblo como sucede actualmente y solo se limitaba a ese impuesto que impactaba solo en el sector del comercio internacional.

Las obras y la «culpa de Milei»

Con la salvedad de lo que ocurría en la intervenida gestión del exintendente Rubén Méndez, donde solo se cobraba a los vehículos que operaban con el comercio de frontera, en esta ocasión quien quiera, por ejemplo, ir a visitar a algún familiar que vive en Salvador Mazza, le tiene que pagar a la administración Subelza más o menos como si ingresara a un predio privado.

  El recibo de la tasa.

Luego de la intervención del municipio a Rubén Méndez, se hizo cargo de la administración Adrián Zigarán quien fuera designado por el Gobierno de la provincia y llevó adelante un plan de obras públicas y así se pavimentaron calles y avenidas, se refuncionalizó el Complejo Deportivo Municipal y varias plazas, se construyó el Centro Cultural de la localidad, se colocaron servicios básicos en diferentes barrios, entre otras acciones.

Pero desde diciembre del año pasado en Salvador Mazza se terminaron los actos de inauguración de obras. Los otros municipios vecinos, a pesar de la crisis y del recorte en los fondos, siguen adelante con sus planes y proyectos pero en Salvador Mazza o al menos en sus autoridades comunales caló hondo el discurso: la culpa por la falta de obras la tiene el presidente Milei.

Eltribuno

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