Tartagal: Laguna del Cielo, una posible reserva de agua para el norte
Para las tropas del Regimiento 28 de Infantería, habituadas a recorrer esos lugares de las Yungas del norte argentino, no era ninguna novedad pero para el equipo de la Secretaría del Agua que la semana pasada logró arribar al lugar después de varios intentos, fue encontrarse con un panorama, una geografía que no imaginaban. Si bien marcaron el camino más seguro, hicieron fotos y filmaciones y lo fundamental, tomaron muestras de agua de varios puntos de la mítica Laguna del Cielo. Lo que más los sorprendió fue el entorno y la riqueza natural de una de las grandes reservas ecológicas del norte que atesoran esa diversidad y esa belleza pocas veces vista.
Para las tropas del Regimiento 28 de Infantería, habituadas a recorrer esos lugares de las Yungas del norte argentino, no era ninguna novedad pero para el equipo de la Secretaría del Agua que la semana pasada logró arribar al lugar después de varios intentos, fue encontrarse con un panorama, una geografía que no imaginaban. Si bien marcaron el camino más seguro, hicieron fotos y filmaciones y lo fundamental, tomaron muestras de agua de varios puntos de la mítica Laguna del Cielo. Lo que más los sorprendió fue el entorno y la riqueza natural de una de las grandes reservas ecológicas del norte que atesoran esa diversidad y esa belleza pocas veces vista.
Es difícil llegar hasta uno de los espejos de agua, ubicado a unos 20 kilómetros en línea recta desde Tartagal hacia el oeste. Laguna del Cielo son en realidad unos 19 humedales dispersos en cientos de kilómetros en medio de las Yungas, los que sostienen una espesa vegetación aún en los meses de sequía como sucede con el fenómeno de El Niño y que afectó a las poblaciones de frontera que se quedaron dos años sin agua suficiente por la falta de lluvias.
Semanas anteriores los técnicos de la Secretaría del Agua del municipio de Tartagal que tiene por objeto monitorear la calidad del líquido elemento, determinar los puntos donde deben hacerse nuevas perforaciones entre otros objetivos, hicieron el intento de llegar a la Laguna del Cielo, pero no lo lograron por el mal estado de los senderos. Pero esta vez, como lo explica el titular de esa Secretaría, el ingeniero en perforación Juan José Balderrama, llegaron a destino.
El objetivo de las travesías fue determinar si la laguna puede convertirse en otra de las fuentes de agua del departamento San Martín ya que el dique Itiyuro está prácticamente fuera de todo servicio y solo el embalse El Limoncito, ubicado en sus cercanías, es la única reserva de todo el departamento San Martín. Dos años atrás el norte dispuso durante varios meses agua no apta para el consumo a consecuencia de los microorganismos que se detectaron en el Dique Itiyuro por lo que solo debía usarse para higiene. Si bien la situación hoy no es tan dramática como en ese momento, los técnicos siguen buscando otras opciones que no sean solamente el agua de lluvia para no depender solamente de ella ya que las aguas de los pozos – de excelente calidad por las características de los acuíferos de la zona- no son suficientes y se necesitarían decenas de pozos perforados para abastecer a las poblaciones norteñas.
«Nuestro agradecimiento es para la gente del Rimte 28 de Infantería que son baqueanos, especialistas en el trabajo de monte y cuentan con mulas y todo lo necesario para hacer estos caminos. Si bien cumplimos con nuestro objetivo técnico, quedamos maravillados con el lugar y coincidimos en que puede comenzar a plantearse algún tipo de actividad eco turística para conocer y de esa manera, que los mismos norteños valoremos ese tesoro inmenso que en materia ecológica y natural es esta porción de las Yungas» consideró el joven profesional tartagalense.
Esperan los resultados de las muestras
Las muestras para que se realicen los análisis físicos-químicos permitirán obtener datos certeros acerca de la calidad y el estado del agua y si podrá ser una fuente más de provisión o si, como opinan algunos otros conocedores, estos grandes humedales no pueden cumplir estos objetivos y lo más acertado sería que sigan proveyendo agua a esos cientos de miles de especies, tanto animales como forestales de las Yungas del norte argentino.