Los murales siguen recordando a las víctimas de la Masacre de Palomitas
A 48 años de Masacre de Palomitas, las paredes se siguen pintando. En un pasillo del IEM (Instituto de Enseñanza Media) un mural en papel se mantuvo en pie desde comienzo de año. Todas las demás producciones se fueron cayendo con el paso del tiempo. Pero una quedó.
Se trata del mural de la memoria que fue realizado por Milagros Cruz, Elena Tinte, Lara Torres y Valentina Roman; todas de 13 años de edad, que cursan el segundo primera del colegio secundario que depende de la UNSa. La tarea fue encomendada por la profesora Belén Abdo, que integra el Departamento de Artes de la institución y que realiza todos los años actividades referidas al 24 de Marzo utilizando las diversas expresiones como disparador..
Ese mural fue realizado a instancia del Día Nacional de la Verdad, Memoria, y Justicia, este último 24 de marzo, y su marca quedó allí hasta hoy.
De qué se trata el mural
Una mamá con un bebé en su vientre con un lazo de sangre, un poema, una Madre de Plaza de Mayo, el Nunca Más, el Mundial del 78 y las fotos de los desaparecidos; entre ello remarcados están los fusilados en la Masacre de Palomitas, el crimen del terrorismo de Estado en la provincia de Salta.
El Tribuno visitó el colegio situado en el Campus universitario de Castañares y dialogó con las autoras del mural.
«Es histórico el trabajo del Departamento de Artes respecto de los contenidos de Memoria, Verdad y Justicia. Les dimos la tarea para el 24 de marzo y ellas se lo olvidaron. Como es un grupo muy comprometido, a los pocos días aparecieron con su mural. Lo colgaron y ahí quedó… intocable», dijo la profe Abdo.
«Horrores de la dictadura»
«Nosotras tomamos la figura de la madre como central por la negación a la identidad que hubo en aquellos días», dijo Milagros. «Le pusimos muchas cosas como fueron las múltiples aristas de esos años violentos», contó Valentina. Elena fue más allá: «Queremos mostrar los horrores de la dictadura porque actualmente vemos una negación sobre estos hechos que están registrados históricamente. A pesar de las canciones, de las obras de arte, de las poesías, la historia, aún hay gente que niegan los hechos del terrorismo de Estado», dijo la niña.
Casi antes del final, dejaron algo inquietante. «Nosotras queríamos hacer algo que trascienda la pantalla», dijo Milagros con lo que desató la repregunta; más bien una explicación. «Que la gran mayoría de los estudiantes no le dan la importancia que se merece la fecha. No les importa la política, ni la gente ni las artes. Están todos pendientes de las pantallas y no ven con sus ojos la realidad», dijo Elena con una claridad conceptual muy pocas veces vista en esto tiempos.
Para el remate Milagros dijo que «el mural tiene muchos significados superpuestos. No deja descansar por la lucha por la democracia no tiene descanso, es por eso el 24/7 que significa el militar a toda hora, en todo lugar», aseguró.
«Nuestro colegio se creó con la recuperación de la democracia y siempre ha tenido la impronta de defender los valores democráticos como premisa pedagógica», dijo el director Sergio Grabosky.
El acto en el Portal de la Memoria
Para hoy, la Mesa de Derechos Humanos invita al acto por un nuevo aniversario de la Masacre de Palomitas, que se realizará desde las 10.30 en el Portal de la Memoria, ubicado frente al Teleférico.
En ese lugar se leerá un documento único firmado por todas las organizaciones de derechos humanos de la provincia y se recordará a cada una de las personas asesinadas en el paraje Palomitas, María Amaru Luque, Benjamín Ávila, José Povolo, Celia Leonard, María del Carmen Alonso, Roberto Oglietti, Rodolfo Pedro Usinger, Alberto Simón Savransky, Georgina Droz, Evangelina Botta y Pablo Outes.
El acto terminará con canciones interpretadas por Diego León y la actuación de los Sikuris Urbanos.
Cómo ocurrió la Masacre de Palomitas
El 5 de julio de 1976, el entonces coronel Carlos Alberto Mulhall remitió al juez federal de Salta un listado con los nombres de 9 personas detenidas en el penal de Villa Las Rosas que serían trasladadas a Córdoba. Al día siguiente, el mismo coronel envía al director de Institutos Penales listado con los nombres de 11 detenidos, para que sean preparados para su traslado. Todas estas detenciones se habían legalizado y estaban bajo la protección del entonces juez federal de Salta, Ricardo Lona (f).
Al anochecer del 6 de julio de 1976 personal del Ejército retiró del penal a los 11 detenidos, en un operativo que incluyó efectivos de las policías provincial y Federal, con el apoyo de personal del Servicio Penitenciario.
Los detenidos fueron subidos a un camión que se trasladó hasta Palomitas. Allí fueron puestos en una fila y ejecutados, entre las 22 y las 22.30 del mismo día. Luego de la ejecución, se modificó la escena a fin de fraguar una situación de enfrentamiento. Los cuerpos fueron dinamitados y se eliminó toda la documentación en la cercana unidad policial.