21 de septiembre de 2024

El Gobierno quiere que Argentina sea el cuarto polo mundial de Inteligencia Artificial: qué chances hay de que pase

El Gobierno apuesta a que la Inteligencia Artificial (IA) se convierta en la nueva tierra prometida para Argentina. A las reiteradas alusiones del presidente Javier Mileil se sumó en las últimas horas Demian Reidel, el jefe del Consejo de Asesores del mandatario, que sostuvo que el país puede transformarse en el cuarto polo global para la IA.

Reidel es graduado en Física del Instituto Balseiro y viene trabajando en temas de IA desde hace años. El mes pasado acompañó a Milei en su gira por Silicon Valley donde el presidente se entrevistó con los líderes de empresas como Google, Meta, OpenAI y Apple.

En el programa de Canal 26 “La Mirada”, Reidel fue entrevistado por el periodista Roberto García y afirmó que “en la Argentina hoy se alinearon los planetas para que sea el cuarto polo de Inteligencia Artificial”, detrás de EE.UU., China y la Unión Europea.

“Hoy no tenemos infraestructura ni estabilidad, pero se alinearon los planetas para que no sea ridículo pensarlo”, sostuvo. “Milei puso a la Argentina en el mapa y muestra que tiene pasión por hacer las cosas bien y de verdad. Les está diciendo a los empresarios que los vamos a dejar trabajar. Los empresarios lo ven y eso se combina con un problema regulatorio en el mundo. Europa es el paladín de la sobre-regulación. Apple está frenando herramientas de IA por la regulación europea. Este es uno de los factores a favor de la Argentina”.

Para los expertos en el tema, la idea de que Argentina se convierta en el cuarto polo mundial de IA es cuando menos, «una declaración exagerada». Así lo evaluó en diálogo con Clarín Ezequiel Eliano, director de la carrera de Data Analytics del ITBA. «Argentina es un referente a nivel América Latina, entre otras cosas por los unicornios que se crearon acá como Mercado Libre, UALA y Globant», explica Eliano y detalla que el sector genera 200.000 puestos de trabajo.

«Es una frase poco feliz», marca Daniel Yankelevich, informático y director de Datos de Fundar. «No se puede comparar a Argentina con Estados Unidos, el bloque entero de UE y China en temas de tecnología. Hay una cuestión de escala en todo: infraestructura, educación, generación de talento».

Cuello de botella

Eliano advierte que si bien el sector de la tecnología aún tiene posibilidades de expansión, el impacto laboral que podría tener es limitado. «Hay un cuello de botella en la formación de nuevos profesionales».

A la vez remarcó que el desarrollo de la industria tecnológica en el país está profundamente ligada al rol de las universidades públicas. «El trabajo en este sector es un fenómeno urbano que está concentrado en tres ciudades: Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Y siempre con universidades públicas detrás».

«En Mercado Libre trabajan 25.000 personas, entre ellas 2.000 que se desempeñan en puestos de alto valor agregado. El 70% de esa plantilla viene de universidades públicas: la UBA, la UTN, la universidad de La Plata, entre otras. Mercado Libre no existiría sin la universidad pública», resalta Eliano.

Respecto de la posibilidad de que Argentina se convierta en un referente global en IA, Eliano considera que «en el corto plazo eso no ocurrirá «porque la oferta laboral está desacoplada de la demanda. Y no se arregla de un día para el otro. La formación de un programador requiere 7 años».

Yankelevich coincide en que «desarrollar una industria como la IA requiere un trabajo importante y no es algo que se haga de un día para el otro. Requiere de una política pública en la que que muchos jugadores contribuyan para lograrlo».

Además de cerrar la brecha entre la oferta y la demanda, el país debería desarrollar un régimen creíble para que muchos de los especialistas en IT que hoy viven en Argentina y trabajan para el exterior ingresen al país los dólares que generan. «Si hubiera un régimen creíble, la tecnología podría ser un sector que empuje el crecimiento del país, pero eso no te va a mover el amperímetro».

Para Eliano, las reuniones de Milei con los referentes de las grandes empresas de IA tendrán un efecto limitado. «Algún gesto de inversión puede haber, pero algo acotado, como lo que hoy tiene Google en el país».

«En Argentina tenemos una tradición en estos desarrollos. En su momento se instalaron empresas grandes como Motorola e Intel en Córdoba que generaron polos fuertes. Puede hacerse algo así sin dudas con la IA», agrega Yankelevich.

«Desde Fundar venimos diciendo que la IA es un elemento que va a modificar la forma de trabajo y que puede potenciar la productividad. Reidel dijo que la revolución de la IA va a pasar nos subamos o no, y la verdad es que es mejor subirse”, apunta.

«Para empezar a meternos se necesitan dos cosas. La primera es fortalecer el sistema educativo, mejorarlo, aggionarlo. Lo segundo es apuntalar la investigación, hay que adecuarla para que pueda ser parte de este juego», refuerza Yankelevich. «Desarticular el sistema de investigación es una muy mala medida. Acá se podría armar un polo de IA pero se requiere más inversión y no menos, lo cuál es un problema en la situación en la que está Argentina hoy”.

Clarín

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