Crece el trabajo precario en Salta, en un contexto de crisis
Los indicadores laborales que brindó el Indec el lunes pasado sobre el aglomerado Salta (que comprende Capital y municipios colindantes) correspondientes al primer trimestre de este año tienen dos lecturas básicas. Si se las relaciona con los mismos meses de 2023, que es lo que corresponde metodológicamente para comparar iguales períodos, las cifras de empleo son similares e incluso hubo un descenso en la desocupación. Por otro lado, si a los datos se los contrasta con el último trimestre del año pasado, cuando hubo otro contexto estacional, los números laborales empeoraron. Tras esa aclaración, en el informe del organismo nacional de estadística se destaca un ítem en el que la provincia empeoró ya sea frente al primer trimestre como al cuarto de 2023: en la calidad de los trabajos.
En cuanto a empleo, en el primer trimestre de este año, el 43,2% de los salteños en actividad tenían trabajo. Son unas 287 mil personas. La misma cantidad de trabajadores hubo en los primeros tres meses de 2023. Y en el cuarto trimestre de 2023, la tasa de ocupados llegó al 46,1%, que sumaron 305 mil trabajadores. Se debe aclarar que acá el Indec suma el trabajo informal y el formal (incluso el que puede ser precarizado como el de muchos monotributistas).
En cuanto a la desocupación, se registró un índice del 5,6% (17 mil personas) en el aglomerado Salta en la última medición. En el primer trimestre de 2023, el mismo indicador fue del 6,6% (20 mil) y en el cuarto trimestre, 4,9% (16 mil).
Sobre la calidad del trabajo, ese aspecto se observa en la categoría de «ocupados demandantes de empleo», que releva el Indec. Son quienes quieren cambiar de trabajo. En el primer trimestre, ese ítem para Salta fue del 19,1%, unas 58 mil personas. Un año atrás, el mismo indicador era de 17,8% y en el cuarto trimestre de 2023, la tasa fue de 18,3% . Bajo esta perspectiva, bajó la estimación o calidad del empleo en el principal centro urbano de la provincia.
Paradoja
En tanto, los números de trabajo formal registrado en el sector privado no paran de crecer en la provincia. Según un reciente informe de la Secretaría de Trabajo de Nación, el empleo privado llegó a los 130.800 puestos en Salta en marzo. Son 4.600 trabajadores más (un 3,6% de crecimiento) que en igual mes de 2023. Junto a Neuquén, Río Negro, Catamarca y Capital Federal, son los únicos distritos que crecieron en empleo privado en el tercer mes del año.
A pesar de estos números positivos e incluso con marcas récord en cuanto a la cantidad de empleados privados, Salta registra uno de los mayores índices de pobreza del país. ¿Por qué?
«La respuesta más general y, por lo tanto, no demasiado profunda, es que el empleo no está siendo una condición suficiente para mantener a las personas fuera de la zona de pobreza; o bien que ya no lo es, como pudo haberlo sido en otro momento», explicó el economista Jorge Paz en su último informe sobre pobreza, desigualdad económica y trabajadores pobres en el NOA y Salta. El estudio fue presentado por el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), dependiente de la Unsa.
Mencionó que hay tres mecanismos que operan en la pobreza con trabajo: «bajos ingresos provenientes de los empleos, menor cantidad de ingresos del hogar provenientes de otras fuentes no laborales (jubilaciones y transferencias, entre otras), y altos costos de vida relacionados con el consumo y el cuidado de los miembros dependientes del hogar».
De acuerdo al informe del Ielde, hasta 2023 el 31% de las personas con trabajo estaban bajo la línea de pobreza en el país. La cifra fue mayor en Salta, llegó al 38% de los trabajadores y en el NOA alcanzó el 37%.
Uno de los factores que influyen en que un trabajador sea pobre es el nivel de informalidad laboral. En Salta, el año pasado el trabajo en negro llegó casi al 53% de los empleados. Muy por encima de la media nacional del 38%. En el NOA, el promedio de informalidad fue del 48,4%.
En esa relación, del total de trabajadores informales en la provincia, se estimó que el 52% está bajo la línea de la pobreza, mientras que dentro del empleo formal, casi el 15% es pobre.
La brecha de informalidad, y por lo tanto de la supuesta paradoja de pobreza con trabajo, se amplía hacia el interior de la provincia. En la capital salteña y alrededores, la tasa de ocupados (trabajadores) en la pobreza es del 29% y en el resto de la provincia llega al 48%.
Situación crítica
El estudio del Ielde señala que la pobreza en Salta para el primer trimestre de 2024 alcanzó al 65% de la población y la pobreza extrema (es decir, bajo los límites de la subsistencia), al 21%. A nivel nacional, durante el mismo período, la pobreza alcanzó al 58% de los habitantes y en el NOA, a poco más del 65%.
Hay que tener en cuenta que la tasa de pobreza en Argentina a finalizar 2023, medida por el Indec fue del 38,7%; en el NOA, 38,6%, y en Salta, de 36,6%.