Ella sigue el camino del vino orgánico
Marcela Valeria López destila el torrontés dulce cuando habla. Actualmente tiene 46 años de edad y más de 10 trabajando vitivinicultura, en Cafayate.
Pero el camino no fue fácil. Ser mujer, en los Valles Calchaquíes, con un rubro trabajado ancestralmente por hombres, hace más de una década no fue una tarea tan grata.
«En un principio fue todo muy difícil, porque además de ser mujer no vengo de una familia de hacedores de vino», dijo Marcela en diálogo con El Tribuno. «Al día de hoy ya estoy dando clases en el Instituto y de 12 alumnos que tengo, en Enoquímica, 9 son mujeres», confirmó.
La vallista habla del Instituto Superior de Enología y Viticultura 6038 que forma profesionales, en la ciudad de Cafayate, para el trabajo en las bodegas.
Marcela estudió allí donde ahora enseña, pero primero trabajó en los laboratorios. Desde 2013 al 2016 trabajó el organismo estatal que certifica los vinos. Recorría y visitaba a los productores, ya sean grandes bodegas o pequeños campesinos. Ella analizaba la alcoholimetría, el potencial de hidrógeno y la acidez. Con ese análisis, si todo estaba bien con respecto a las reglamentaciones, los productores obtenían un certificado de libre circulación.
A partir de 2019 le llega la oportunidad para trabajar con los pequeños productores en la cooperativa TrasSoles
Allí es donde comenzó a trabajar con su gente en todo el proceso de producción del vino. En primer lugar fue y es complicado ya que se trabajo con 30 socios, que tienen cada uno sus pequeños viñedos orgánicos. Ella tiene que decidir el punto de cosecha. Eso es quizás lo más difícil porque tiene que alinear todos los planetas de todos los productores. Cada punto de maduración es una característica que luego tendrá el vino; y eso se tiene que consensuar. Ella sigue el proceso desde la vid, la cosecha, la producción y concluye con la venta.
«Cuando yo llegué se hacía un vino blanco seco. Yo propuse hacer torrontés dulce y más natural. Eso fue un desafío que hoy ya se está fabricando y siendo un éxito total en ventas», dijo la enóloga de los pequeños campesinos.
