Del Messi de las finanzas al mejor ministro de Economía de la historia: ¿qué los enamora tanto de Luis Caputo a los presidentes?

“Luis Caputo es el mejor ministro de Economía de la historia argentina”, dijo en la semana el presidente Javier Milei.

El elogio del mandatario, que se produjo en una entrevista por TN, recordó cuando en el gobierno de Mauricio Macri también se lo ponderó al mismo Caputo: “El Messi de las finanzas” le dijo Marcos Peña, entonces jefe de Gabinete, luego de que el economista liderara la negociación con los holdouts para levantar el default en el primer semestre de 2016.

“Es un orgullo para este país que Caputo sea ministro —agregó Peña—, es de las diez o quince personas más talentosas que existen en el mundo en el tema de las finanzas. Jugaba la Champions League, no jugaba en Aldosivi, no jugaba en la B. Deja todo para venir a jugársela por su país”.

Caputo en 2016 era el secretario de Finanzas de Macri. Luego, en 2017, se convirtió en ministro de esa misma área cuando Alfonso Prat-Gay fue echado de Economía y el ministerio se desmembró. Ya en 2018, durante la crisis cambiaria que azotaría la economía argentina y llevaría a Macri a pedir asistencia directa del Fondo Monetario, Caputo se convirtió en el presidente del Banco Central reemplazando a Federico Sturzenegger.

Caputo dejaría su cargo al frente de la autoridad monetaria a los pocos meses (lo reemplazaría Guido Sandleris). Regresó a la actividad privada y casi cuatro años más tarde, cuando Milei preparaba su desembarco en la presidencia, lo llamó para ocupar el cargo otra vez de ministro. Pero esta vez de Economía.

El rol de Caputo de aquel ‘Messi de las finanzas’ al ‘mejor ministro de Economía de la historia argentina’ cambió. Pasó de absorber tareas puntuales a otras más generales:

• Junto a Mario Quintana, vicejefe de Gabinete de Peña en 2015-2018, economista y compañero de Caputo en la UBA, negociaron con el master special Daniel Pollack la sentencia del juicio en contra que la Argentina había sufrido durante el kirchnerismo por el juicio de los holdouts. Caputo tomó deuda por US$ 16.500 millones para pagar una deuda de US$ 15.000 millones.

• En 2017 colocó un bono a 100 años por US$ 2.700 millones a 7%.

• Pocos meses más tarde, en abril de 2018, Caputo fue uno de los encargados de transmitirle a Macri que había que pensar en recurrir al FMI para obtener recursos frescos y financiar el déficit fiscal porque los mercados habían empezado a cerrarse para la Argentina.

• En 2018, en plena corrida, Caputo acordó con los fondos de inversión Templeton y BlackRock, la venta de bonos del Tesoro en pesos por US$3.000 millones, una estrategia destinada a mostrar que el Gobierno tenía todavía acceso a los mercados y el programa con el FMI (ya había aprobado US$ 54.000 millones) podía parar la salida de reservas.

• Al poco tiempo y ya al frente del Banco Central —se había ido Sturzenegger—, Caputo se peleó con el staff del FMI para que el BCRA pudiera tener la posibilidad de intervenir en el mercado cambiario —o al menos establecer por escrito la regla que podía intervenir más allá de que finalmente lo hiciera o no—, algo que no se había previsto en el acuerdo original que habían negociado Sturzenegger y Nicolás Dujovne meses atrás. La posición de Caputo le valió más de una crítica, no solo en la intimidad del propio Sturzenegger sino en público, como la del ex funcionario del FMI Alejandro Werner, entonces responsable en el organismo de la negociación con el país y que al poco tiempo abandonara el FMI luego de que el programa fracasara.

Por último, dos comentarios respecto a las palabras de Milei sobre Caputo esta semana.

Primero, resulta todavía apresurado para evaluar si es el mejor de la historia como dice el Presidente. El VAR económico aún no lo avala. La consultora Analytica recopiló hace poco el desempeño en el primer año de 8 ministros en la evolución de 7 variables (entre ellas la inflación, el salario, el crecimiento, el déficit fiscal y la acumulación de reservas) y Caputo claramente queda relegado en materia de crecimiento y caída de salarios pero no así en la recuperación de reservas y la reversión del déficit. “Hay que esperar un año para valorar de forma correcta”, dice Ricardo Delgado, economista y director de Analytica.

Segundo, las palabras de Milei parecieron estar dirigidas al FMI, de cara a la negociación del próximo acuerdo. El organismo pretende que el ministro de Economía tenga la autoridad de la conducción de la política económica y haya coordinación con el Presidente y el Banco Central para comprometer el diseño y la implementación del plan. Fue lo que no ocurrió con Macri pero tampoco con Néstor Kirchner, Roberto Lavagna y Alfonso Prat-Gay veinte años atrás y menos con Alberto Fernández, Martín Guzmán y Cristina Kirchner entre 2019 y 2023.

“Nadie le va a tocar el culo a Caputo acá”, dijo Milei como dejando en claro que este gobierno tendrá el ownership del plan y porque tiene que declamar su enamoramiento con Caputo ante las negociaciones duras que vienen.