Sturzenegger: «Si pudieramos poner un examen en el sector público, no tendríamos ñoquis en el Estado»
«Después de la Ley Bases». Esa fue la respuesta de Federico Sturzenegger cuando Clarín le preguntó sobre su posible designación como «ministro» de una cartera de modernización. Javier Milei lo anunció hace más de dos semanas en medio de la crisis de gabinete que terminó con la salida de Nicolás Posse, pero todavía no oficializó los cambios para encumbrar al ideólogo de la Ley Bases que mañana enfrentará una parada clave en el Senado.
El economista disertó este martes sobre la «regulación y libertad económica» en el Hotel Hilton en Puerto Madero. En ese marco, apuntó contra los «intereses» que impiden que la Argentina sea un país desarrollado, y sugirió cambios en el sistema de contratación del Estado cuando le preguntaron desde el auditorio cómo profundizar la «racionalización» del empleo público, un proceso que derivó en despido de 11.000 personas y podría sumar más cesantías a fines de junio.
«Nuestra constitución habla de la estabilidad del empleo público, el sentido era que cuando hubiera un cambio de gobierno no pudiera desplazar a toda la administración y tener una servil o adicta. Pero la realidad es que cuando un gobierno se va, antes de irse, llena el Estado de militantes y ñoquis. La solución es otro artículo de la Constitución que dice que la única condición es la idoneidad con un proceso transparente y apolítico», explicó.
Y mencionó su experiencia al frente del Banco Ciudad entre 2013 y 2015, donde «entraban los hijos de la política» hasta que impulsó un «proceso de selección» con avisos en los diarios. «De 30.000 personas, elegíamos a los mejores promedios, priorizamos 100 candidatos de colegios públicos y tuvimos 25 paros, el sistema de ingreso cambió radicalmente el banco», dijo, y disparó: «Si pudiéramos hacer lo mismo en el sistema público, escaparíamos de los ñoquis».
Sturzenegger encabezó por la tarde uno de los paneles del evento organizado por la Fundación Libertad y Progreso y el instituto CATO, un think tank conservador con sede en Estados Unidos fundado por Murray Rothbard, el economista admirado por Javier Milei. Por la mañana, expuso el ministro de Economía, Luis Caputo, junto a su equipo, y luego fue el turno del premio nobel de economía, James Heckman, quien se reunió con el asesor presidencial.
Después de que el economista estadounidense Robert Lawson ubicara a la Argentina junto con Venezuela en lo más bajo a nivel regional en su «índice de libertad económica», el encargado de desregular la economía dijo que la Argentina está en su propio «triángulo de las Bérmudas». «En una punta está la corporación empresaria, en la otra la sindical y abajo el gestor político que es el partido peronista», dijo, y arrancó los primeros aplausos del auditorio.
«Las corporaciones extraen recursos de la sociedad y se hace de privilegios, los sindicatos con sus cajas, los empresarios con el menor índice de apertura económica de 165 países, subsidios, exenciones impositivas, Javier Milei lo llama el modelo de la casta», señaló. «Si se eliminan las rentas se debilitan estas corporaciones para que no sigan influenciando en el sistema», agregó, y puso como ejemplo el acceso a Starlink, la firma de Elon Musk, a partir del DNU 70.
En medio de las tensiones en el gabinete por la reconfiguración por el control de las empresas públicas y las concesiones, Sturzenegger esquivó la pregunta que le hicieron sobre por qué se demora la dolarización. «Yo no contesto preguntas de la, lo tuvieron al mininistro (por Caputo), yo hago temas de desregulación, me pidió ayuda Milei y la preguntas con la macro se las dejo», respondió, y despertó nuevos aplausos del público.
Después de su discurso de 30 minutos, el extitular del Banco Central buscó retirarse raudamente, pero no pudo. Un empresario lo acorraló para quejarse por las «trabas» para desregular las obras sociales, un capítulo que fue excluida en la última versión de la Ley Bases. Y otro lo siguió por el pasillo para pedirle que levanten los controles para la venta de propiedades en el país por argentinos que residen en el exterior. «Cuando levantemos el cepo», le contestó, y se fue.