Recuperaron a Moro, el bulldog francés robado frente a una farmacia en Almagro: lo habían vendido en el Barrio 31 por 50 mil pesos

Moro, el bulldog francés que había sido robado hace una semana, cuando estaba atado en la puerta de una farmacia en Almagro, volvió con su familia luego de haber sido devuelto por una mujer que se lo compró en el Barrio 31 y por 50 mil pesos a los dos hombres que se lo habrían llevado.

María José, la mujer que ofrecía recompensa para recuperar a su mascota, inició la búsqueda y dio con el animal en la ex villa porteña, donde la nueva dueña lo había adoptado, pero accedió de inmediato a retornarlo, al notar la historia detrás del perro.

«Lo tenían súper cuidado, lo habían llevado al veterinario, le habían comprado ropa», expresó en diálogo con TN la dueña del cachorro robado el pasado martes 4 de junio.

María José había ingresado a una farmacia ubicada en Rivadavia y Meza y dejó a Moro atado en la puerta del local. Mientras juntaba la medicación y se dirigía a la caja para pagar, entre vistazo y vistazo para confirmar que el perro siguiera allí, de repente dejó de estar. El descuido se volvió desesperación

En aquel momento, la dueña del perro había detallado que desde adentro de la farmacia veía a su mascota, pero cuando se dio vuelta para agarrar un medicamento y dirigirse a la caja, lo perdió de vista.

«Me dirigí a la caja y no lo vi más. En eso, el cómplice que viene atrás, cruza el semáforo y me lo agarra al perro», añadió en referencia a uno de los dos ladrones que se aprovecharon de la inocencia del bulldog francés.

«Se da con cualquiera» y «no tiene alertas», había contado María José sobre Moro.

La desesperación ante el robo de su mascota -parte de su familia, según insistió en sus pedidos para que se lo devolvieran- llevó a la mujer a reconstruir el paso de los ladrones. Hasta pudo ubicarlos con el perro arriba de una línea del Subte. Pero de allí les perdió rastro.

De inmediato, María José dio inicio a la búsqueda, que la fue llevando al Barrio 31. Allí, contó fue recabando información junto a una prima que la acompañó.

«Varias personas me dijeron que dos muchachos anduvieron ofreciéndolo y se fueron con las manos vacías», contó en diálogo con TN. Fue ante ese testimonio que supo que Moro estaba dentro de la otrora villa porteña.

Decidió pegar cerca de 100 carteles con la foto del bulldog y sus datos de contacto «desde la entrada hasta donde diera la cantidad» y, tras «casi todo el día», recibió el llamado de otra mujer, Maribel, que había comprado un perro de esa raza el domingo y quería asegurarse de que no fuera el que María José buscaba.

“Ellos querían estar seguros de que no era el mío. Y ahí se dio el reencuentro», contó emocionada, junto a una de sus hijas y Moro.

«Lo tenían super cuidado, lo habían llevado al veterinario, le habían comprado ropa, un collarcito y le había puesto de nombre Ronco porque roncaba», contó al mismo tiempo que agradeció la actitud y el cuidado hacia el animal.

Allí, además, se enteró que el precio que le habían puesto a su mascota era de $50.000. Pasado el incidente, decidió continuar en campaña para denunciar el robo de animales.

El caso del robo, no obstante, sigue siendo investigado por la fiscalía en lo Criminal y Correccional 27 a cargo del fiscal Marcelo Munilla Lacasa.