21 de noviembre de 2024

20 años del MAAM, un ícono de la cultura a nivel mundial

El 19 de noviembre de 2004, la obra se inauguró. Luego de meses de trabajo cuidado, el Museo de Arqueología de Alta Montaña abría sus puertas. En su interior iba a estar uno de los tesoros más importantes de la cultura de Salta: los Niños del Llullaillaco. 

En la actualidad recibe, en días festivos, más de 8000 visitas. Es el espacio elegido por salteños y turistas para conocer parte de la historia ancestral de Salta, y demás recorrer un espacio históricos, rico desde su arquitecturas hasta por la tecnología que permite mantener en crioconcervación a los tres niños descubiertos en 1999, en el volcán del Llullaillaco, ubicado en el límite con Chile en el extremo oeste de la provincia, a unos 600 km de Salta. 

En 2004, el gobernador de Salta era Juan Carlos Romero. Romero ocupó el cargo de gobernador de la provincia de Salta entre 1995 y 2007, período durante el cual se llevó a cabo la inauguración del Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM). Su gestión estuvo marcada por un enfoque en el desarrollo turístico y cultural, aspectos en los que el MAAM jugó un papel importante como un atractivo único de la región.

El proyecto para crear el sistema de crioconservación que hoy mantiene a los Niños del Llullaillaco fue presentado en 2003, por Marcelo Bernaski y Mario Bernaski. La propuesta era la de colocar a los Niños en unas cápsulas que permitirían modificar su atmósfera interna, refrigerarlas por medio de un refrigerante secundario a -20°C y asemejar sus condiciones internas 98% nitrógeno y 2% oxígeno a las de la cima del volcán, gracias a ellas se evitaría que los cuerpos se disequen en el tiempo y cambien su color por la oxidación del aire.

Para estar seguros de que este sistema podía funcionar se mantuvieron durante 3 semanas de agosto de 2003 en el Museo de Historia Natural de Nueva York, reuniones multidiciplinarias lideradas por el doctor Craig Morris para estudiar su viabilidad técnica y su capacidad teórica de conservar a los Niños en el tiempo. Los resultados favorables permitieron iniciar la búsqueda de una empresa que tuviera la capacidad técnica, científica y económica de llevar adelante el proyecto del sistema de criopreservación de los Niños del Llullaillaco. Se licita la construcción que fue adjudicada a la empresa INVAP S.E. de Río Negro, dedicada al diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad como energía nuclear y tecnología espacial. En julio de 2007 se daba marcha a la criopreservación de los Niños del Llullaillaco luego de más de 2 años de obra en el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM).

Cuando los visitantes llegan a encontrarse con los Niños, en la parte posterior se encuentra en laboratorio de crioconservación, que cuenta con una cápsula de repuesto, en un ambiente que se adapta para poder trabajar con las momias. Bernaski destacó que los Niños se mantiene a -20 grados y a -10 grados cuando se realiza los controles de medición de color u otro estudio. Entre el laboratorio y la cámara de contención se cuenta con una espacio de descontaminación. Este espacio ofrece una ducha de aire estéril que limpia tanto al ingreso como a la salida. “Hay que evitar entrar en contacto con los patógenos que puedan tener los Niños y que los nuestros entren en contacto con ellos”, destacó el ingeniero. En la cámara de contención, que cuenta con tres espacios, se mantiene a las dos momias que no están en exposición.  

El lugar de los tesoros

El MAAM se levanta en Mitre 77, la vivienda del 1860 que se transformó en un espacio de ciencia. La elección del edificio para albergar a los Niños del Llullaillaco y su ajuar recayó en el edificio que pertenecía al Consejo de Educación de la Provincia. El diseño de las refacciones de los que hoy es el MAAM estuvo pensado por la Dirección de Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de Salta (Dipaus) que buscó conservar su fachada original con recova. Este edificio, integra junto con otros, el Conjunto Monumental de plaza 9 de Julio, en una de las fachadas más valiosas sobre calle Mitre.

Con el proyecto del ingeniero Francisco Host y construido por Noé Macchi, este edificio fue inaugurado a fines de 1860, con destino a viviendas de rentas, variando su uso desde lo educativo. Fue la Escuela Normal de Mujeres en 1882 , Colegio Belgrano hacia el 1900, comercio, oficinas, vivienda y, hoy, el MAAM.

Su fachada es una expresión arquitectónica ecléctica, donde se fusionan con poco rigor estilístico el lenguaje clásico con formas del neogótico; ojivas, arcos trilobulados y pináculos conviven con pilastras acanaladas, que rematan en capiteles corintios, frisos y balaustres de origen italianizante.

Es importante destacar el aporte de continuar con el espacio de recova en la planta baja y logia en el piso superior, que originalmente planteara el edificio del Cabildo. 

A partir del hallazgo de los Niños del Llullaillaco, en marzo de 1999, y dada la relevancia del mismo, el Gobierno provincial asume la custodia y preservación de este valioso Patrimonio Cultural, y a los efectos de crear una infraestructura edilicia adecuada para asegurar su preservación y exposición.

La restauración, refuncionalización y ampliación de este sector del edificio, con su tipología de habitaciones alrededor de un espacio central, en sus dos plantas de considerable altura, permitió acondicionar de manera óptima los espacios requeridos para la preservación y exposición de este valioso patrimonio. La propuesta respetó la tipología edilicia, valorizando sus espacios originales.

Se crearon entrepisos de apoyo a los lugares de exposición, en los locales internos que dan al espacio central, aprovechando su altura; y destinados a laboratorios, depósitos e infraestructura técnica necesaria; manteniendo las salas sobre la fachada, con la altura original. Para esto se construyó una nueva estructura resistente, reforzando a la vez los muros de calicanto de la antigua construcción. 

Dadas las características del edificio original, con dos plantas de exposición y una sola escalera, se determinó un recorrido circular, reduciendo el cruce de visitantes ingresantes con los que egresan; de manera que sólo el personal que trabaja en el edificio, tiene acceso a los entrepisos técnicos, mediante otra escalera independiente que une los distintos niveles. Enfrente de la escalera de uso público y techo vidriado que permite la entrada de luz, está el ascensor. La zona de sanitarios y servicios se ubicó en una construcción nueva en la parte posterior del predio. 

El espacio semipúblico de la recova sirve como espacio de transición protegido de las inclemencias del tiempo en el acceso al Museo, en cuya fachada se usó el recurso de colocar vidrio en reemplazo de la masa muraria, incrustando en este panel transparente la carpintería de madera, logrando en el hall de acceso un espacio con iluminación natural. 

Premios y reconocimientos

 El MAAM ha sido premiado, en 2021 y 2022, con el Premio Traveller´s Choice de Tripadvisor, tras haber sido votado por los viajeros como el mejor museo de la Argentina. Además, ha sido galardonado con el Premio Konex 2018 Diploma al Mérito, como institución cultural destacada de la década.

También ha recibido el sello turístico Marca País, otorgado por el Ministerio de Cultura de la Nación a instituciones que contribuyen a la construcción de la identidad nacional.

Eltribuno

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