Para los analistas es improbable un acuerdo de libre comercio con EE.UU., pero ven chances de lograr pactos bilaterales
14 de noviembre de 2024Minutos después de conversar telefónicamente con Donald Trump y pocas horas antes de embarcarse en un vuelo hacia Estados Unidos para encontrarse con el flamante presidente electo, Javier Milei aseguró que buscará un acuerdo de libre comercio con ese país.
Para los especialista en comercio exterior, las chances de avanzar por esta vía son muy bajas. En cambio ven posibilidades de lograr algún tipo de convenio que el otorgue preferencias a Argentina en ciertos rubros.
Para moverse en ese sentido primero hay que resolver un conflicto central: el futuro del Mercosur, un bloque que hoy está empantanado pero que prohíbe que sus miembros firmen convenios arancelarios bilaterales.
«Claramente Trump va a tener una política comercial discriminativa: más dura con adversarios como China, con alguna carga proteccionista con países «neutrales» y es probable que tenga algunas preferencias con aliados», señala Marcelo Elizondo, especialista en comercio exterior.
«A lo mejor Argentina pueda entrar en ese último espacio», dice Elizondo al recordar que según el gobierno argentino, Trump le dijo el miércoles a Milei en la conversación telefónica que es su presidente «preferido» y al cierre de esta edición lo recibirá en su mansión en Mar-A-Lago.
La visión de Elizondo es que más que hacia un tratado de libre comercio integral, «se puede pensar en algún pacto sectorial, con algunas condiciones preferenciales en ciertos rubros«. En esa línea podrían otorgarse preferencias para arancelarias, en materia sanitaria, ambiental, de propiedad intelectual, entre otras opciones.
Pero advierte que si ese pacto incluye preferencias arancelarias deberá pasar por el filtro del Mercosur, ya que por las reglas del bloque estos beneficios deben ser para todos los miembros. «Una alternativa sería lograr una «dispensa» de los restantes miembros del bloque -Brasil, Uruguay y Paraguay- para que Argentina avance en un acuerdo sin cambios arancelarios pero con algunas preferencias comerciales. El año que viene Argentina va a tener la presidencia del Mercosur y yo creo que va a presionar en ese sentido, probablemente con el apoyo de Uruguay y Paraguay».
«Hoy el bloque está agotado, tiene muchas dificultades para funcionar, por eso no descarto que apliquen alguna flexibilidad«, remarca Elizondo.
Para Dante Sica, ex ministro de Producción durante la gestión de Mauricio Macri, en el mundo actual ya no hay espacio para los acuerdos de libre comercio. “Hay que ir a acuerdo bilateral y para eso hay que replantear la posición en el Mercosur. Este es un momento bisagra en el posicionamiento internacional de Argentina”.
Para Sica “ Argentina tiene la oferta para las demandas que el mundo tiene y hoy estamos en condiciones de hacer acuerdos con muchos países en torno a esa oferta”, en referencia a alimentos, energía y exportaciones de servicios.
«No hay más margen para seguir con el Mercosur como está, no le sirve a Argentina. En 25 años no hemos avanzado en materia económica ni de integración, hoy nuestro comercio está más afuera que adentro del bloque», apuna el ex ministro.
Julieta Zelicovich, investigadora del área de Política Productiva de Fundar, agrega que «Estados Unidos no firma acuerdos de libre comercio desde 2012. La plataforma electoral de Trump lo que plantea es lo opuesto, un uso mucho más intenso de los aranceles tanto hacia países socios como competidores como China».
«No significa que no hay acuerdos posibles, sino que hay otros instrumentos sobre la mesa. Milei con esta propuesta va generar algo de ruido, porque plantea algo que algo que está fuera del lenguaje de Trump que se maneja como “el hombre de los aranceles», plantea la especialista.
Zelicovih menciona que Argentina ha tenido varios conflictos comerciales con Estados Unidos por las trabas que pone ese país al ingreso de miel, cítricos y tubos de acero, entre otros.
A la hora de evaluar posibles ganadores y perdedores de un potencial acuerdo comercial con la administración Trump, Elizondo plantea que podrían verse beneficiados alimentos manufacturados, energía, siderurgia y todo lo vinculado a la economía del conocimiento. Del lado de los posibles estarían los rubros con mayor protección hoy en el tejidos industrial: textiles, línea blanca y en algunos segmentos la industria automotriz.