La Asociación Fe y Alegría organizó su primer torneo de golf para promover sus proyectos educativos
Resolver situaciones de crisis educativas, donde el acceso al simple proceso de aprender a leer y escribir parece inaccesible, es la bandera que levanta la Asociación Civil Fe y Alegría en varias provincias de nuestro país.
En el caso de Salta, la Asociación está presente desde hace 25 años en una escuela en barrio Solidaridad, después llegó una nueva institución en Embarcación y ahora se trabaja con talleres de formación con salida laboral para adultos en Misión Chaqueña.
Para poder llevar adelante estos proyectos se trabaja con dos pilares fundamentales: el apoyo de los gobiernos locales para el pago de los salarios de los docentes, y el aporte de empresas privadas que con su colaboración permiten levantar las aulas y los espacios dignos para recibir educación.
Fernando Anderlic, es el director nacional de la Asociación CIvil Fe y Alegría, y estuvo presente en el primer torneo de golf que se organizó en Salta, y que contó con la presencia de 70 empresarios locales.
«Estamos en Salta celebrando los 25 años de la Asociación Civil Fe y Alegría, trabajando en la educación de las poblaciones de contextos vulnerables y hoy organizando un torneo de golf a beneficio de nuestras escuelas de barrio Solidaridad y en Embarcación«, expresó Anderlic en su encuentro con El Tribuno.
El director de la Fundación Civil Fe y Alegría explicó que este encuentro apunta a convocar a más personas para que conozcan la obra, conozcan «qué es lo que hacemos en pos de generar procesos de transformación personal y comunitaria a través de la educación y que se involucren para transformar la realidad del pueblo salteño«.
La educación en Salta
Anderlic analizó que la situación de la educación en Salta no difiere de lo que suceda a nivel país. «Vemos muchas carencias, pero estamos muy confiados en que la respuesta que damos nosotros para contribuir a los procesos educativos en Salta dan frutos», expresó el director que destacó que desde la Asociación se tiene mucha fe en que podemos generar mejores oportunidades de vida para los chicos y que todos pueden soñar con un proceso de vida mejor, a paritr de la educación.
En Salta la Asociación cuenta con dos escuelas, de nivel inicial, primario y secundario. La primera, ya tiene 25 años y se ubica en barrio Solidaridad, allí asisten 1500 chicos.
La segunda institución se ubica en Embarcación, donde se brinda educación a 490 niños y adolescentes, y en Misión Chaqueña se ofrece talleres de formación y adaptación para el mercado laboral, a 150 personas.
En las localidades de Carboncito y Mision Chaqueña, la Asociación apunta a potenciar sus conocimientos ancetrales, para que pueden tener una mejor condición de vida.
El trabajo que lleva adelante Fe y Alegría se concreta con la firma de un convenio con el Estado. «Llegamos una barriada donde no hay una escuela publica, ahi nos dirigimos la estado, donde promovemos la creación de una institución. El Estado nos aporta para el sueldo de los docentes y nosotros nos encargamos de construir la escuela. Tambien sumamos a las mpresas para que aporten al crecimiento de estas instituciones», explicó Anderlic, que destacó que los índices de egresados y nivel académico de sus estudiantes son superiores a los de otras escuelas en los mismos contextos sociales.
«Esto tiene que ver con el proceso educativo que se ofrece, los docentes y el aporte que vamos logrando con el apoyo de otras personas», destacó.
El origen
Fe y Alegría nace en Venezuela en 1955, al paso de nueve años, en 1964, ya había 10 mil alumnos en Venezuela y la acogida de la experiencia permitió replicar el modelo en otros países con semejante respuesta. En un lapso de dos años Ecuador, Panamá, Perú, Bolivia, Centro América y Colombia se sumarían. En la actualidad cuentan con sedes en Asia y África.
En el caso de Salta, la comunidad de Solidaridad, se acercó a las capillas de los Jesuitas y desde esa demanda se genera un apoyo escolar. Así surge la construcción de la escuela.
La Asociación cuenta con un sistema de voluntariado. Hoy son más de 200 voluntarios que trabajan en las obras de siete provincias. «Necesitamos seguir creciendo en el desarrollo de voluntarios, de personas que tienen ganas de ayudar, que puedan sumarse», expresó Anderlic.
Los requisitos para ser voluntario «lo primero es concientizarse de la realidad que nos toca vivir y descubir que desde lo que hacemos podemos aportar algo para la vida del otro».