14 de noviembre de 2024

Caputo baja la tasa de interés y sube la apuesta a devaluar menos del 2% mensual

El ingreso de divisas se esperaba por el flanco financiero y llegó por la cuenta capital.

El resultado del blanqueo con el ingreso al sistema de US$ 19.000 millones borró del escenario cambiario algunas dudas importantes.

Una de ellas se relacionaba con que si el Gobierno conseguiría los dólares para hacer frente a los vencimientos de bonos de enero. Ahora los mercados no parece dudar.

Otro interrogante importante giraba en torno a si el Gobierno finalmente, por escasez de divisas, terminaría devaluando, dejando atrás el esquema de aumento del dólar oficial de 2% mensual.

Entre los dólares del blanqueo y los de las colocaciones de Obligaciones Negociables de las empresas privadas (fueron US$ 4.000 millones en el primer semestre, de los cuales más de US$ 1.000 millones ingresaron en el último mes) la situación cambiaria entró en otra etapa.

Por caso, lleva a plantear posibilidades que habían salido del foco de las discusiones, como el de la dolarización. Un informe de la consultora Quantum (Daniel Marx) al exponer el cambio en la relación entre los depósitos en dólares en los bancos y una categoría sobre la cantidad de pesos de la economía (M3), se pregunta: «¿Representan estos movimientos un proceso de dolarización ‘de hecho’ o endógena incipiente? La exteriorización de dólares en el país facilita el uso de esa moneda en transacciones y, de hecho, se comienzan a observar indicadores que avalan más transacciones en dólares»

Un dato que resalta es que los préstamos en dólares pasaron de los 3.400 millones a comienzos de este año a 8.200 millones en octubre.

Otro resultado a tener en cuenta es el de pago de pasajes para turismo y gastos con tarjeta. Ahora, al tener declarados los dólares, se facilita el pago en billetes (incluidos los pasajes) para evitar los sobrecargos que implican las tarjetas.

Entre las mayores sorpresas cambiarias de octubre estuvo el elevado nivel de liquidación de divisas por parte de los exportadores que le permitieron al Banco Central comprar más de US$ 1.500 millones.

Ese resultado se gestó al calor de la convicción de los operadores de los mercados respecto de que el Gobierno no devaluará y a la buena ganancia financiera que implicó el conocido mecanismo de «carry trade» que consiste en tratar de ganar en pesos ante la convicción de que el dólar se moverá muy poco.

El mercado conoce a la perfección la decisión del Presidente Javier Milei de priorizar contra viento y marea la baja de la inflación y para eso el dólar fijo resulta esencial.

A tal punto se cree que el Gobierno no devaluará, e incluso que no desarmará el dólar «blend»(20% de las exportaciones se liquidan en el mercado libre CCL), que en los últimos días aumentaron las apuestas a favor de que el Gobierno baje de 2% a 1% el ritmo de devaluación.

En ese sentido, también se inscribe la baja de la tasa de interés de política monetaria (de 40% a 35% anual) que presionó a la baja a las letras del Tesoro (Lecap) llevándolas a rendir menos de 3% mensual.

Esa tasa en 2,91% mensual se corresponde, por ejemplo, con el pronóstico de Eco Go (Marina Dal Poggetto) sobre que la inflación de octubre resultaría de 2,8%.

A partir de mediados de julio, cuando el ministro de Economía anunció la intervención adicional en el dólar CCL para bajar la brecha cambiaria (vendería en el mercado libre todos los dólares comprados a la exportación) el Gobierno controla cuatro variables clave en la búsqueda de reducir la inflación.

Controla el dólar oficial, el CCL (logró una baja sensible en el dólar blue que ahora cotiza en $ 1.190), la emisión de pesos y la tasa de interés, todo orientado a reducir la inflación.

Ese esquema encontró combustible en los dólares del blanqueo y del ingreso de divisas para las empresas del sector privado al punto que a pesar de que los bonos siguen dando buenas noticias (los Globales subieron 8% en septiembre y otro 14% en octubre y los bonos largos rinden cerca de 13%) hay operadores que siguen apostando a que los árboles suban hasta el cielo.

Clarín

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