El dólar blue cayó 6% en septiembre y terminó en $ 1.235, en una extensión del veranito cambiario que viene reinando en el mercado desde agosto. Con estas cotizaciones, el informal aumenta apenas 230 pesos desde que arrancó el mes.
La calma persiste entre los dólares financieros que también bajaron cerca de 5% en el mes. El contado con liqui llega a $ 1.243 y el MEP a $ 1.215.
La caída de los dólares alternativos está vinculada con el efecto del blanqueo que hizo crecer los depósitos en dólares en al menos US$ 10.000 millones durante septiembre. Esto ayudó a cambiar las expectativas de los inversores en torno a la devaluación. Ahora el Gobierno tiene un margen mayor para mantener la regla cambiaria del 2% mensual sin que esto genere saltos en los dólares alternativos.
Estos retrocesos llevan la brecha cambiaria a 27% y le dan mayor margen al Banco Central para hacerse de divisas.
En esta rueda el Central compró US$ 117 millones y terminó el mes con un saldo a favor de uS$ 373 millones.
El resultado positivo del Central es consecuencia de una menor demanda por parte de los importadores, debido a postergaron las operaciones de divisas hasta que entró plenamente en vigencia la rebaja del Impuesto País, cuya alícuota pasó del 17,5% al 7,5%.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) marcan que «octubre será otra historia. Creemos que el BCRA no correría la misma suerte que en septiembre. La dinámica del mercado oficial se tornará más desafiante para la acumulación de reservas. Por el lado de la demanda, dejará de jugar a favor el efecto de haber diferido importaciones. Ahora comenzarán a pagarse las importaciones postergadas de agosto a septiembre».
En la última rueda del mes, las reservas brutas cayeron en US$ 1.995 millones y terminaron en US$ 27.167 millones. Las razones de la reducción tienen que ver con movimientos estacionales de los bancos y pagos de deudas.
«Entendemos que el mercado de cambios seguirá tensionado. En el corto plazo el flujo de exportaciones, afectado por el declive estacional, y de importaciones, alentado por la reducción del impuesto país y por la recalendarización de los pagos, sumarán presión. A su vez, la dinámica de atraso cambiario acarrea un mayor déficit en servicios, usualmente más elásticos que los bienes», señalaron desde la consultora LCG.
«Para el corto plazo, por ahora la apuesta es que el alivio lo aporten la entrada de capitales derivada del blanqueo, que se sentirá mayormente en septiembre y octubre, y un eventual REPO que el BCRA pueda acordar con bancos privados», agregan.
Además de la baja de los dólares, la otra buena noticia de la rueda fue que el riesgo país perforó el piso de los 1.300 puntos básicos y terminó en 1.290, el menor nivel en cuatro meses. Fue el reflejo de la suba de los bonos en dólares que habían empezado el día con bajas pero se recuperaron hasta subir 1%.
En cambio fue un mal día para las acciones, con una caída de 1,8% del Merval. En Nueva York las pérdidas alcanzaron el 5% para los ADR argentinos. El peor resultado fue el del BBVA (-5%), seguido por Cresud (-4,8%), Irsa (4,6%) y Banco Macro (4,4%).