21 de septiembre de 2024

Güemes: Cárcel de mediana seguridad con presos muy peligrosos

El asesinato de un joven cerrillano que purgaba una condena de 4 años por tráfico de drogas a manos de un preso bonaerense, con frondoso prontuario de homicidio y robo a mano armada, volvió a generar dudas y temor entre la comunidad de Gral. Güemes, por el tipo de presidarios que la cárcel federal está albergando.

Estos temores se fundamentan no solo en este último hecho de sangre, sino en la recepción de presos peligrosos, por cuyos antecedentes delictivos, la penitenciaría no se encuentra en condiciones de alojarlos en forma segura.

Cuando en el año 2010, se dio a conocer la noticia de la cárcel federal en el municipio de Güemes, muchas voces se alzaron en contra, por considerar que una unidad penitenciaria podría poner en riesgo la seguridad de los güemenses. Para apaciguar estos ánimos, se explicó que se trataba de una cárcel de mediana seguridad, donde solo serían alojados personas que hayan cometido delito federal, como el tráfico de estupefacientes en la modalidad de pasadores o transportistas de droga.

Durante los primeros años, el propósito principal para su habilitación fue cumplido. El complejo penitenciario contaba con pabellones de varones y otro sector para las mujeres. Los presos podían, y aún lo pueden hacer, gozar de varios beneficios como estudiar, realizar capacitaciones, mantener una huerta, disfrutar de una buena comida y portar celulares, además de percibir un salario por productividad. Los conflictos que se generaron en esos primeros años estuvieron relacionados por una mejora de las comidas, un aumento del salario por producción en talleres de carpintería y soldadura entre otros. Las grescas entre internos eran poco frecuentes.

El comienzo del problema

Cuando el complejo penitenciario comenzó a recibir otro tipo de presos, la situación cambió radicalmente. Las grescas se incrementaron, se conformaron pandillas, ingresó la droga, hubo fugas, hasta llegar al asesinato de un interno. La infraestructura con que fue concebida la cárcel, la transforma en un lugar poco seguro para contener a presos con estas características. El complejo no tiene muros perimetrales, solo un alambrado. La iluminación es deficientes en algunos sectores, hay poco mantenimiento de su estructura. Las fugas, en varias oportunidades pusieron en alerta a la comunidad. El hermetismo que se cierne sobre lo que acontece en el interior del penal, es otra de las barreras que se deben romper. Es muy importante que las autoridades penitenciarias mantengan informada a la población sobre hechos que podrían ponerlos en riesgo.

Los presos que se trenzaron en una pelea el pasado lunes 9, estaban armados con puntas por ellos fabricadas. Sobre los motivos se cree que hubo un problema con la droga, lo que deja en claro la vulnerabilidad de la penitenciaría, que cuenta con baches por donde se filtra este tipo de sustancias. Se hace necesario la participación de los legisladores provinciales y nacionales, además de las autoridades ejecutivas locales, exigiendo que se regrese a los orígenes de la cárcel, evitando que, con el tiempo, se transforme en una penitenciaría de alto riesgo, como existen en muchos lugares del país, donde la población residente en sus cercanías, se sienten vulneradas en cuanto a su seguridad.

Eltribuno

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