El 22 de mayo inicia el juicio contra el Intendente de Vaqueros Daniel Moreno por abuso sexual

Marina Córdoba desmintió al jefe comunal quién había afirmado en declaciones periodisticas que la causa había sido desestimada por la Corte de Justicia. También hay un juicio por abuso sexual contra el asesor Daniel Romero. Hasta ahora la la Corte no desmintió a Moreno. Mirá aquí la nota completa.
El intendente de Vaqueros, Daniel Moreno, enfrentará el próximo 22 de mayo un juicio oral por el delito de abuso sexual simple, luego de la denuncia presentada por una extrabajadora municipal, Marina Córdoba, quien asegura haber sido víctima de acoso, violencia institucional y represalias laborales tras alertar sobre conductas inapropiadas dentro del municipio.
Según relató Córdoba en declaraciones a FM Profesional, todo comenzó cuando denunció a un ingeniero a cargo de Obras Públicas, cuñado de Moreno, quien se desempeñaba como su jefe directo, por acoso. Tras esa denuncia, fue trasladada a una oficina aislada, ubicada a varias cuadras de la sede municipal, donde, según su testimonio, ocurrieron los abusos por parte del propio intendente y de su asesor más cercano, Daniel Romero.
“Concretamente, me abusaron en esa oficina. Me dejaron sola, sin compañeros, como forma de escarmiento por haber denunciado. Primero fue Moreno, luego su asesor Romero. Ambos me sorprendieron por detrás y abusaron de mí. Lo de Romero fue más violento, intentó encerrarme, me amenazó y hasta me quiso obligar a arrodillarme”, narró Córdoba entre lágrimas.
A partir de entonces, su vida cambió por completo. Sufrió ataques de pánico, fue cesanteada, vivió episodios de hostigamiento dentro de su lugar de trabajo y llegó a denunciar intentos de soborno para que desistiera de la causa. Incluso señaló que una exabogada, en nombre del entorno del intendente, le propuso “ponerle precio” a su silencio.
Marina Cordoba desmintió que la causa por abuso contra Daniel Moreno fuera desestimada
Actualmente, el juicio contra Daniel Moreno se desarrollará en la Sala IV del Tribunal de Juicio, a cargo de la jueza Vega. En paralelo, Daniel Romero está imputado por abuso sexual con agravantes, en una causa que se encuentra en etapa de requerimiento a juicio. Córdoba sostiene que ninguno de los dos imputados aceptó someterse a pericias psicológicas, mientras que ella debió afrontar varias sesiones en el sistema de salud pública.
En declaraciones a FM Aries, Moreno negó rotundamente los hechos. Aseguró que la Corte de Justicia de Salta desestimó la causa y afirmó que el juicio “no se va a dar nunca”. Además, denunció una supuesta maniobra política en su contra y desligó su postulación al Senado provincial de cualquier intento de buscar fueros.
Para Córdoba, estas declaraciones son una nueva expresión del uso del poder para obstaculizar el proceso: “Moreno usa su influencia para dilatar todo. Pero el juicio tiene fecha. Yo misma recorrí Ciudad Judicial, hablé con la Oficina de Juicios, con mi defensora pública. No lo pueden tapar”.
La denunciante afirma que, además del abuso físico, lo más duro fue el abandono institucional y el descrédito constante que sufrió: “Lo más difícil fue no sentirme escuchada. Me preguntaban por qué hablaba ahora. Porque recién ahora no tengo miedo”.
Los hechos
El primero, relató, fue protagonizado por el propio Moreno. “Después de las elecciones de 2019, él vino a la oficina. Yo lo trato de forma normal. Estábamos los dos solos. Me dirijo a la cocina y ahí él saliendo del baño, me agarra y me manosea. Me sorprende por atrás. Por eso cuando él habla de sus hijas que se tuvieron que a Australia, ningunea el tema del abuso sexual. Entonces le digo, señor, ¿qué haría usted si un viejo decrépito sorprende a su hija por detrás y la manosea como él me manoseó a mí? ¿Que haría como padre?” relató Córdoba y luego agregó: “Se fue riéndose. Yo quedé paralizada. No sabía qué hacer”.
Pocos días después, se presentó en la misma oficina Daniel Romero, histórico jefe de campaña de Moreno. Córdoba dijo que le preparaba un mate cuando fue sorprendida por detrás. “Intentó llevarme al baño, me insultó, me quiso obligar a arrodillarme. Tengo una operación en la rodilla que me salvó, porque el dolor me despertó del miedo. Corrí a los ventanales. Me amenazó con echarme, me dijo que me iba a hacer la vida imposible, dijo que me iba a hacer la mina más desdichada. Ya había echado llave a la oficina”, contó.
Córdoba denunció ambos hechos en el Polo Integral de las Mujeres, donde asegura que el trámite fue largo y doloroso: cinco horas para narrar los hechos, repreguntas constantes y asesoramientos dilatados. Desde entonces, vivió hostigamiento laboral, aislamiento institucional y amenazas. Fue cesanteada y actualmente recibe tratamiento psicológico por ataques de pánico.
Fuente: Profesional FM